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Me sentía somnolienta y me dolía cada parte de mi cuerpo.

Abrí los ojos lentamente para encontrarme en un entorno desconocido.

Me tomó un tiempo darme cuenta de dónde estaba hasta que el olor del desinfectante y las medicinas impregnaron el aire.

Las paredes estaban pintadas de azul celeste y tenía una vía intravenosa.

Yo llevaba una bata de hospital.

No me había dado cuenta entonces de que también me habían lastimado.

Hubo -flashes- del accidente.

Sobrevivimos al accidente y me salvé de estar gravemente herida cuando Samantha me envolvió en sus brazos, me protegió del impacto y recibió el golpe ella misma.

- Abi -

- Samantha, estás herida. ¡Tenemos que llevarte al hospital inmediatamente! -
Me apresuré hacia el coche que ahora estaba contra un árbol, saqué el kit de primeros auxilios y una camisa de mi bolsa.

Desinfecté su herida tanto como pude, rasgué la tela y la envolví firmemente alrededor de su herida para detener la hemorragia. Como enfermera, sabía cómo desinfectar una herida y evitar que la herida sufriera más daño, pero aún necesitaba que la viera un médico.

- Necesitas atención médica urgente - dije frenéticamente limpiando la sangre que se filtraba a través de su mezclilla. - Estás perdiendo sangre. ¡Oh Dios! -

- Escúchame, amor. Toma este teléfono y llama a José Félix ... - dijo sosteniendo su pierna sangrante. - Dirás "Sam & the Morrigan" si responde con "The dark Rivera fae", entonces dile la dirección de aquí y pídele que venga lo antes posible -

- ¡Samantha! ¿Incluso te estás escuchando? Podrías morir aquí esperando a esta persona. Tenemos que llevarte a un médico -

- ¡Félix es un doctor! ¡Es la única persona en la que confío! - Samantha dijo, aunque estaba herida, todavía estaba discutiendo conmigo. - Además, si voy a un hospital, me arrestarán y no puedo correr ese riesgo - señaló hacia el bosque. - Llévame allí -

La había ayudado a levantarse, se había tambaleado hasta el bosque, con gotas de sangre en el camino. Cuando la coloqué en el suelo, con la espalda apoyada contra el árbol, vi que tenía otra herida cerca de su cintura.

- Todavía no es demasiado tarde. Déjame llamar una ambulancia - insistí, mi visión se volvió borrosa cuando la humedad se acumuló en mis ojos.

El rostro una vez vibrante de Samantha ahora se estaba volviendo sombrío, como si estuviera luchando para permanecer consciente. Sus ojos verdes parecían topacios a la luz del sol mientras me miraba. - Abril, también te has lastimado. A veces necesitas ponerte antes que los demás. Ahora es el momento -

La miré fijamente, ¿estaba bromeando?

- No puedo dejarte sola aquí. Eres estúpida si crees que yo haría eso - espeté, incapaz de mantener la furia fuera de mi voz.

- Llama a Félix en este momento. Por favor - dijo en una voz apenas audible.

Corrí de vuelta al coche y en pocos minutos encontré el teléfono.

Mental Asylum (RivAri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora