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- ¿A dónde vamos? - Le pregunté.

Me sentí nostálgica cuando me subí a un BMW negro. Este no era un automóvil viejo y me pregunté si pertenecía a Samantha o si lo había robado.

- ¿Es este tu auto? -

Samantha sonrió mientras se sentaba detrás del volante. - Haces demasiadas preguntas, Abi -

Se estiró detrás de mí, tiró del cinturón de seguridad y lo aseguró en su lugar, su rostro se acercó al mío.

Ella picó mis labios con un beso rápido y pasó su dedo índice sobre mi labio inferior ligeramente.

- Tus labios están hinchados, supongo, en parte soy la culpable de eso -

Me sonrojé y miré por la ventana. - ¿Vas a decirme a dónde vamos? -

- Tengo un apartamento que se registró con un alias.  Te quedarás allí mientras este asunto se resuelve de una vez por todas -

- No - le dije. - Llévame a casa, a mi apartamento -

- No te estaba dando opciones, Abril -

- Sé que no, pero no siempre puedo dejar que tomes decisiones por mí. Esto concierne a mi hermano. Si él es el asesino, encontraré la manera de terminar esto -

Samantha se echó a reír, y luego sus rasgos se pusieron duros. - Ninguna conversación dulce va a impedir que tu hermano haga lo que está haciendo. Si te interpones en su camino, no dudará en matarte. Y si Roier te hace algo, si intenta siquiera hacerte daño, entonces, por Dios, juro que no dudaré en poner una bala en su cabeza -

Sabía que Samantha no estaba mintiendo cuando dijo eso. Me di cuenta por sus expresiones que hablaba muy en serio.

- Sé que correría el riesgo de ir a casa, Sam, pero tengo que hacerlo. Ya no quiero tener miedo y no quiero esconderme. El asesino quiere que hagamos exactamente eso, y no le vamos a dar la satisfacción -

Creo que Samantha estaba lista para responder, pero cerró la boca y se lo pensó mejor, porque sabía que yo estaba diciendo la verdad.

- No quiero huir toda nuestra vida. Si Roier quisiera lastimarme, lo habría hecho hace mucho tiempo -

- Te acusó por los asesinatos y te puso en un centro mental, ¿qué más prueba necesitas? - Samantha preguntó con furia.

Era mi turno de callar.

Afortunadamente, el teléfono de Samantha comenzó a sonar.

Odiaba discutir con ella.

Miró el teléfono y me dijo que era Verónica.

- ¿Qué está pasando? -

-Tenemos un problema, Sam - La voz de Verónica sonó por los parlantes del auto, su voz era muy similar a la de Samantha.

- Estoy escuchando -

Hubo silencio por segundo y luego Verónica dijo. - Abril está desaparecida. Recibí una llamada del hospital. Dijeron que encontraron a un enfermero yaciendo allí, casi sin respirar, y Abril no estaba en su habitación. ¿Está ella contigo? -

Mental Asylum (RivAri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora