T/N
Creo que he perdido la cuenta de cuánto sarpullido me ha salido.
Me observo en el espejo del baño, examinando mi cuerpo en busca de nuevas señales de la enfermedad. El sarpullido se ha extendido por mis brazos y algunas partes de mi rostro. No puedo evitar sentir una mezcla de frustración y resignación. Cada día parece traer una nueva sorpresa desagradable.
Salgo del baño, ajusto mi uniforme escolar y me dirijo a la cocina. Chaewon está preparando el desayuno, y Minju me da una mirada preocupada. Intento sonreírles, pero sé que no estoy engañando a nadie.
"Hoy tienes un buen día por delante, ¿verdad?" me pregunta Chaewon, intentando sonar optimista.
"Sí, espero que sí," respondo, intentando devolverle la esperanza.
[...]
Llego a la escuela y me encuentro con mis amigos Taehyun y Soobin en la entrada.
"T/N, ¿qué tal estás hoy?" pregunta Taehyun, dándome una palmada en la espalda.
"Bien, lo de siempre," respondo, tratando de sonar casual.
"¿Has pensado en decirle a Yujin que te gusta?" pregunta Soobin con una sonrisa maliciosa.
"No es el momento," respondo, sintiendo el calor en mis mejillas. "Además, ¿qué pasa con tus propias confesiones de amor?"
Ambos se ríen y continuamos caminando hacia nuestras clases. A pesar de mis preocupaciones, estos momentos con mis amigos siempre logran hacerme sentir un poco mejor.
La primera clase pasa lentamente, y me encuentro mirando el reloj con más frecuencia de lo habitual. Justo cuando suena el timbre, Yujin se acerca a mi escritorio.
"T/N, ¿te gustaría almorzar conmigo hoy?" pregunta con una sonrisa tímida.
Mis amigos intercambian miradas sorprendidas y no pueden evitar burlarse de mí.
"¡Vaya, T/N, parece que alguien tiene una cita!" dice Taehyun, tratando de contener la risa.
"¡Cállate!" digo, dándole un golpe en el brazo. "Claro, Yujin. Me encantaría."
Ella sonríe y asiente antes de dirigirse a su siguiente clase. Mis amigos siguen riéndose mientras salimos del aula.
"¿Qué fue eso, T/N?" pregunta Soobin, riendo. "Nunca te había visto tan nervioso."
"No fue nada," respondo, intentando sonar indiferente. "Solo vamos a almorzar juntos."
[...]
Cuando llega la hora del almuerzo, busco a Yujin y la encuentro esperándome cerca de la puerta principal.
"¿Lista?" le pregunto.
"Sí, sígueme," dice, guiándome hacia un lugar que no conocía.
Caminamos por los pasillos y subimos una escalera que rara vez se usa. Finalmente, llegamos a una pequeña azotea escondida, con vista a los árboles del patio trasero de la escuela.
"¿Cómo encontraste este lugar?" pregunté, maravillado por lo tranquilo y apartado que está.
"Lo descubrí el año pasado," responde, sonriendo. "Me gusta venir aquí cuando necesito un lugar para pensar."
Nos sentamos en el suelo y sacamos nuestras loncheras. Comenzamos a comer en silencio, disfrutando de la paz que ofrece el lugar.
"Gracias por invitarme," digo finalmente, rompiendo el silencio.