T/N
"No puedo esperar para la temporada de invierno." Yujin salta sobre mi espalda.
"¿Quieres un paseo a cuestas?" Le sonrío a ella.
Ella asintió.
Caminamos por la calle y hablamos de muchas cosas. Miro la hermosa puesta de sol, tantos colores hermosos. Su sonrisa es más hermosa que los rayos del sol.
"T/N ¿En qué estás pensando?"
"Oh... nada. Yujin, recuerda que siempre te amaré." La bajé y la encaré. "No me olvides."
"¿Por qué iba a olvidarte? ¿Vas a ir a algún lado?"
"No... solo quería decir eso," algún día se lo diré pero no hoy. La abrazo por la espalda. "Siempre haces que mi corazón lata más fuerte." Beso sus hermosos labios.
"¡Dios, incluso en las calles se están besando!"
Conozco esa voz, pertenece a Soobin. Estaba sosteniendo una bolsa negra y a su lado está Wonyoung.
"Es lo que hacen las parejas." Yujin me besó de nuevo y se rió cuando Soobin emitió un gemido.
"¡Pequeño niño calenturiento!" Le hago un puño.
"¿Entonces los dos tienen una cita? ¿O qué?" Pregunta Yujin.
"No, solo nos encontramos en el camino," respondió Wonyoung. Además, tengo una cita con Taehyun.
"¿De verdad? Pensé que yo te gustaba." Soobin puso una mala cara.
"Te estoy superando y además te gusta Liz." Wonyoung puso los ojos en blanco.
"No sé a quién emparejar." Le susurro al oído de Yujin. "¿Soobin con Wonyoung o Liz? ¿O Wonyoung con Soobin o Taehyun?"
"Yo igual." Susurró Yujin. Los dos nos reímos.
"¿Qué es tan gracioso?" Soobin y Wonyoung dijeron al mismo tiempo.
"No nada, vamos a ir a casa." Agarro la mano de Yujin y subo la colina a su casa. Tardamos unos minutos en llegar a mi casa.
[...]
6 Meses después...
"Entonces... ¿Te irás a Pyongyang? ¿Por qué?" Preguntó Yujin con curiosidad
Faltan cinco días para que me vaya de Seúl a Pyongyang, el único hospital donde me pueden dar una atención plena para mi enfermedad.
"Sí, en cinco días iré a Pyongyang, solo iremos por unos dos meses." Respondí.
"¿Y no puedo acompañarte?" Preguntó esperanzada tomando mis manos.
"Lo siento, es un asunto familiar y solo podemos ir mis hermanas y yo."
"Oh, lo entiendo." Dijo algo decepcionada y bajando su mirada.
"Oye, no te pongas triste." La tomé del mentón con mi mano y subí su mirada. "No será mucho tiempo y cuando regrese te prometo que nos volveremos a ver." Terminé de decir para luego besarla.
"¿Lo prometes?" Dijo cuando se separó de mí.
"Lo prometo." Sonreí para luego besarla.
[...]
Días después...
Estábamos en la estación de tren en Seúl, esperando para abordar el tren hacia Pyongyang. Mis hermanas y yo estábamos rodeados de maletas y gente apresurada, todos con sus propios destinos y preocupaciones. Mientras observaba a la multitud, una figura familiar apareció entre el bullicio. Era Yujin, corriendo hacia nosotros con una expresión determinada en su rostro.
