T/N
Hoy iré a recoger los resultados de mi examen sanguíneo. Me encuentro en el laboratorio junto a mi hermana mayor, Chaewon, quien recibirá los resultados por mí ya que tengo que venir con un tutor legal.
"T/N, ¿te encuentras bien?" me preguntó. "Te noto tenso."
"Eh... sí, estoy bien, solo me siento nervioso por lo que va a suceder," respondí.
"Tranquilo," me abrazó. "Todo va a estar bien... eso espero," lo último lo dijo en voz baja, impidiendo que lo escuchara.
Esperamos en la sala de espera en silencio, la tensión en el aire era palpable. Finalmente, el doctor Min salió con una carpeta en la mano y nos llamó a su oficina.
"Lo siento, pero parece que tienes dos años de vida... tu cuerpo se irá rindiendo lentamente," dijo el doctor Min, entregando la hoja con los resultados a mi hermana. "Siento que no podamos hacer nada para curarte."
"Está bien... para ser honesto, sabía que esto sucedería tarde o temprano," dije, tratando de mantener una sonrisa aunque sabía que iba a morir.
Después de recibir el resultado, Chaewon me acompañó hasta la escuela para justificar mis faltas a las primeras clases. El camino fue silencioso, ninguno de los dos sabía qué decir.
[...]
"T/N," Taehyun me palmeó la espalda. "¿Cuándo vas a contarle a Yujin que te gusta? Digo, es el último año, ¡ten algo de valentía!"
"¡Cállate!" Lo golpeé en la cabeza. Comenzó a reír y rápidamente salió corriendo antes de que lo golpeara nuevamente. "Ya te dije que ella no me gusta."
Voy a mi primera clase y recuesto mi cabeza contra mi escritorio de madera, tratando de despejar mi mente.
"Buenos días a todos," la voz del profesor se hizo presente, iniciando la clase.
Después de ocho horas de clases, finalmente puedo irme a casa. Agarro mi mochila y me arreglo el cabello, preparándome para salir.
"T/N, ¿puedes quedarte después de la escuela y limpiar el aula? Olvidé que tenía una cita con el médico," me preguntó Yuri, una de mis compañeras mientras hacia un puchero.
"Está bien," suspiré y dejé mi mochila en el suelo. Esperé a que todos se fueran y comencé a limpiar el aula.
Limpio y limpio, estoy agotado cuando termino. Revisé mi reloj, son las 5:00 pm. El equipo de tiro con arco está terminando sus prácticas.
"Lo siento, pero ¿podrías pasarme mis cosas?" Conozco esa voz. Me di la vuelta y la miré. Estaba parada justo frente a mí, en la puerta.
"Claro," tomé sus cosas y se las acerqué.
"Muchas gracias, de verdad," ella sonrió y se recogió su cabello negro.
"No hay de qué."
"Te ves guapo de cerca."
"Mmm, ¿gracias?" Froto mi mano contra mi corazón. Mierda. Tengo problemas para respirar.
"¿Estás bien?" Ella sonaba preocupada. "¿Estás sudando mucho?" Me agarró la mano y me tocó la frente.
"Está bien... solo, necesito mi medicina," señalé mi mochila.
Rápidamente abrió mi mochila y buscó mi medicina.
"Necesito dos pastillas," dije mientras me quedaba sin aire.
