Joda

206 30 7
                                    

Me miré fijamente en el espejo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me miré fijamente en el espejo. Estaba relativamente presentable pero algo andaba mal con mi ropa.

Llevaba unos vaqueros tipo vintage y un top negro con tirantes finos. Hasta ahora todo bien, estaba normal.

Pero Guido y yo íbamos a una joda que hacían unos pibes de la Facultad. Y no, yo no quería ir.

Resulta que una semana después de que Julieta se enterara de nosotros.

No dejó de hacer rumores estúpidos sobre que yo tenía Herpes. Fue incluso hasta gracioso en un momento.

Pero con el tiempo me sentí avergonzada. Ella no tenía ni una pizca de amor propio y de lo dolida que estaba, hizo eso.

Entonces, Guido decidió que necesitábamos actuar y por eso me invitó a una joda. Bueno, no tengo la costumbre de ir a estas mismas porque suelen ser un desastre.

Pero acepté.

Quería deshacerme de Julieta y Emilia.

Hablando de ella, siguió preguntándome sobre Guido e incluso dijo que no creía que él estuviera saliendo conmigo.

Saltemos la parte de que ella es una forra por decir eso.

La puerta de mi habitación se abrió y me sobresalté cuando Guido entró.

Estaba muy bien vestido.

Casualmente, como siempre. Pero se podía ver que incluso si se hubiera puesto tela de más, seguiría siendo hermoso.

-Hola novia – Dijo y yo sonreí.

Deje de mirarme al espejo y me senté junto a él en la cama.

-¿Qué opinas de mi outfit?- Le pregunté y él se puso de pie. Me miró durante unos segundos y sonrió.

-Estás hermosa, pero ¿por qué jeans?- Preguntó y puse los ojos en blanco.

-¿Que queres, que me ponga una pollera? No quiero pasar vergüenza - Dije y él se rió.

-¿Por qué vergüenza? ¿No te afeitaste las piernas? – Preguntó Guido y le tiré una almohada a la cara.

-Sos tan cargoso a veces.– Dije y me dirigí al armario.

No tenía mucho, la verdad. La mayor parte de mi ropa se quedó en casa de mis viejos, ya que prácticamente me fui en secreto.

Agarré la primera pollera negra que encontré en el montón de ropa y mi atención volvió a Guido.

Me saque los pantalones ahí mismo, sin ningún pudor y lo vi cerrar los ojos con respeto. Me reí débilmente y me puse la pollera. Era relativamente corta y muy por arriba de la rodilla.

-¿Puedo mirar? - Preguntó y antes de que terminara de subirme el cierre, ya me estaba mirando.

-A bueno, pero ¿por qué carajos estuviste escondiendo esas piernas todo este tiempo?- Guido preguntó y yo me reí.

ᴠɪᴠᴀᴍᴏꜱ ᴇʟ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ ; Guido SardelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora