05 ☔

11 5 3
                                    


Estoy yendo tarde a mi trabajo y todo por andar de inventada.

De todos los días en los que se me podía ocurrir desayunar algo saludable, tenía que ser hoy. Me dije a mí misma que haría un licuado saludable, pero lo único que logré fue hacer un desastre en la cocina.

Desastre que tuve que limpiar porque si mi madre llegaba a verlo me mataba.

Para cuando terminé de limpiar ya era muy tarde para quedarme a disfrutar del licuado, agarré una manzana y tomé camino, se supone que me llevaría el licuado, pero lo olvidé.

一Rebecca, cinco minutos tarde, 一me dice el portero del edificio cuando me ve entrando corriendo.

Murmuro una respuesta y me apresuro a llegar al piso donde trabajo.

La editorial se conforma por un solo edificio, el cuál tiene diez pisos, y mi puesto de trabajo se encuentra justo a la mitad de este.

El elevador que me lleva hasta mi piso parece ir más lento de lo normal, pareciera que el destino se pone en mi contra. En cuanto llego, me apresuro a dirigirme a mi área de trabajo y tomar asiento esperando que nadie haya notado mi retraso.

Respiro y exhalo para recuperar el aliento que me faltaba desde que salí de mi casa.

一¡Becca! 一Una de mis compañeras de trabajo se acerca demasiado deprisa hacia mí.

Rezo internamente, esperando que no me diga que se dieron cuenta de mi retraso. No me puedo dar el lujo de perder dinero.

一La jefa te está esperando en su oficina, 一trata de verse calmada, pero puedo notar su excitación ante la noticia一. Está con alguien más.

一¿Debo preocuparme? 一Pregunto sólo para prepararme, antes de que ella pueda responder, otra voz me llama.

一Señorita Stone, 一la secretaria de la jefa me habla, 一a la oficina de la jefa, en lo más breve posible.

Sin hacer esperar a nadie, me levanto apresurada, me encamino lo más tranquila a su oficina. Estoy segura que sí aumento la velocidad me caeré.

Al estar frente a la oficina, toco dos veces para anunciar mi presencia, la jefa me da autorización para entrar.

Entro con la cabeza gacha, sin quererla ver a los ojos porque cualquier tipo de reclamo que me pueda dar, hará que todos mis ánimos decaigan, por lo menos, hasta los próximos cinco años.

一Buenos días, jefa, ya entregué el manuscrito, ayer, 一me adelanto a decir, solo en caso de que esa sea la razón por la que me mandó a llamar.

一Buenos días, Rebecca. No es por eso que te llamé, 一suspira一. Una escritora muy reconocida va a lanzar su nuevo libro, apoyada de nuestro equipo, y quiere que la persona que lo edite seas tú.

Alzo mi cabeza, anonadada. Algo en mi cerebro no termina de captar muy bien las palabras que me acaban de decir.

一¿Rebecca? 一La voz de mi jefa hace que regrese al aquí y al ahora.

Ella me insta a tomar asiento en uno de los sillones que están frente a su escritorio, pareciera preocupada por que me fuera a caer.

一¿Qué escritora? 一me atrevo a preguntar.

一Antes que nada, es bajo sus términos y condiciones, 一piensa un poco antes de decir lo siguiente一, yo estaría muy encantada de que aceptaras, pero es tu decisión.

Trato de meditar un poco las cosas, me siento un poco presionada ante lo último que dijo, pero trato de pensar en los beneficios.

Sin duda me daría más reconocimiento, hasta puede que me paguen mejor por ese trabajo, y tener más dinero significa poder comprar más libros, es tentador.

¿Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora