¿Qué debo hacer si mi padrastro me ama demasiado?

Capitulo 11

Cuando salió, había un fuerte viento, ráfagas de truenos y un cielo brumoso. La gente que pasaba por la calle parecía deprimida y caminaba a toda prisa.

La lluvia fría y húmeda era tan fina y densa como el pelo de una vaca. Se precipitaba hacia ella, golpeándola en el rostro con un escalofrío. Tianyu no se escondió y caminó bajo la lluvia con indiferencia, sin detenerse.

Subió directamente a un autobús. Tenía el pelo alborotado y pegado a la cara cuando pasó la tarjeta. Tenía los ojos apagados y los pasajeros la miraban raro. No tuvo tiempo de preocuparse y se sentó en el asiento de la ventanilla de la última fila como un zombi.

No tenía sentido subirse al autobús, no importaba a dónde fuera, ella solo quería estar en silencio.

Pero ¿cómo podría permanecer en silencio?

En su mente aparecían constantemente imágenes de un hombre y una mujer desnudos y enredados. El sonido de las colisiones parecía seguir en sus oídos, siguiéndola como una sombra. Tenía un dolor de cabeza terrible.

Se apretó la sien con fuerza, se tapó los oídos y sacudió la cabeza con violencia, ¡como si quisiera deshacerse de todos esos recuerdos!

Sin embargo, cuanto más quería olvidar, más claro se volvía todo. Cuanto más recordaba, más miedo sentía. Esas imágenes la invadieron rápidamente como una marea.

Giró la cara hacia un lado y miró con odio su rostro reflejado en la ventanilla del autobús. Sus ojos se volvieron crueles.

Yun Tingyu, tuviste sexo con tu padrastro, ¡y él quiere divorciarse de tu madre por ti!

Todo era realmente terrible y repugnante. ¿Se puede ser más sucio?

La lluvia caía desde gran altura y le golpeaba los oídos a través del cristal. Su corazón se llenó de niebla, como si hubiera caído en un abismo sin fondo.

Sin ningún lugar a donde ir ni forma de retirarse, estaba atrapada en un callejón sin salida.

-Niña, ya está aquí la estación. La voz del conductor del autobús la sacó de sus pensamientos. Levantó la vista lentamente y vio que todos los pasajeros del autobús se habían ido.

Apretó los puños y salió del autobús. Entró en una tienda de conveniencia con pasos débiles.

"¿Qué quieres comprar?", le preguntó el cajero. Levantó la mirada y fue como si hubiera visto un fantasma.

Tingyu permaneció en silencio cuando entró. Tomó un cuchillo de fruta del estante largo.

"¿Cuánto?" El rostro de Tingyu se puso terriblemente pálido y el personal la miró con cada vez más preocupación.

La cajera de la entrada se armó de valor para preguntar: "Niña, ¿qué te pasa?"

La voz de Tingyu sonaba como hielo: "¿Cuánto cuesta?"

"... Diez dólares."

Tingyu pagó la cuenta y fue a la estación de autobuses para tomar el autobús.

El autobús de regreso estaba vacío. Ella no se sentó, sus ojos todavía estaban apagados.

Ella abrió la puerta. Jiang Kuo estaba cocinando en la cocina. Había una mesa con platos calientes. Se quitó el delantal, se lavó las manos y salió. La vio demacrada mientras se cambiaba los zapatos. Frunció el ceño y preguntó: "Tingyu, ¿por qué te mojaste bajo la lluvia? ¿Tienes hambre?"

Tingyu hizo la vista gorda y lo escuchó confundida. Se encerró en el baño con un "bang".

El agua de la ducha bajó y una espesa niebla llenó rápidamente el pequeño espacio.

Se paró frente al espejo y levantó la mano para secarse el agua. Podía ver claramente su rostro pálido. Los moretones y las marcas de besos en su cuerpo que no habían desaparecido.

Todo lo que tenía delante se fue desdibujando poco a poco.

Ella se desanimó. Se metió en la bañera llena de agua tibia. Sacó el afilado cuchillo de fruta y levantó la muñeca sin dudarlo. Usó la otra mano para tomar el cuchillo y cortar la arteria con fuerza...

Le pareció oír el sonido de los vasos sanguíneos al cortarse.

Dolor, dolor intenso y sordo...

Se extendió a todas sus extremidades y huesos, y el flujo sanguíneo se aceleró.

Aturdida, hizo el segundo y tercer corte. Era como si no fuera su mano, sino un lápiz que usaría para un examen.

La sangre espesa brotó de su nariz y ya no sintió dolor.

Ella está tan sucia. Quería morir. Ella sólo quería morir. Esas son las palabras que pasan por su cabeza.

Poco a poco, sintió mucho frío. La temperatura bajó junto con el volumen de sangre. Se sintió como si estuviera congelada. La mano que sostenía el cuchillo se soltó y el cuchillo manchado de sangre cayó al suelo con un ruido metálico.

Su mano colgaba débilmente y quedó sumergida en el agua. El mundo se fue tiñendo poco a poco del color sangriento de la desesperación.

Pensó con cansancio: "No he cometido grandes errores en esta vida y puedo ser considerada una buena persona. ¿Pueden las personas buenas tener una vida después de la muerte? ¿Podré tener una familia saludable en mi próxima vida? ¿Mis padres me protegerán?"

Su visión se fue nublando poco a poco. Tingyu cerró lentamente los ojos y su conciencia vaciló...

-¡Tingyu, abre la puerta!

Poco después, alguien llamó frenéticamente a la puerta. Tingyu se dejó sumergir en la sangre escarlata. Su cabello negro se extendió, su respiración se volvió débil y sus extremidades estaban pesadas.

Ella escuchó otra vez que alguien la llamaba suavemente por su nombre.

-¡Tingyu, vámonos!

Ella sonrió y dijo en silencio en su corazón: No te vayas. Quédate aquí y ten una buena vida... Yo me voy primero, Tianming.

Jiang Kuo abrió de una patada el frágil panel de la puerta unos segundos después. Entró corriendo con el rostro pálido. Entró en pánico y la sacó del agua con ansiedad. La sostuvo en sus brazos y bajó corriendo las escaleras.

El rostro de Tingyu estaba tranquilo e inconsciente. Era como una estrella fugaz que ya no se demoraba en la oscuridad infinita...

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