¿Qué debo hacer si mi padrastro me ama demasiado?

Capitulo 14

Un mes despues.

Tingyu ahora vivía en una villa que Jiang Kuo compró hace años.

Esta villa estaba ubicada cerca del Distrito Militar de la Ciudad S. Era un lugar apartado y muy vigilado. Estaba lejos de las calles con mucho tráfico. Estaba limpio, apartado y era muy adecuado para que los pacientes descansaran.

Durante todo un mes, Tingyu apenas interactuó con nadie excepto Jiang Kuo.

Después de todo, ¿con quién podría interactuar?

A excepción del nombre "Yun Tingyu", su memoria del pasado había desaparecido casi por completo.

Por más que intentaba recordar, no podía recuperar ningún recuerdo valioso del vasto mar.

Ella perdió su pasado.

Tenía demasiadas dudas sobre el pasado. También trató de preguntarle a Jiang Kuo al respecto. Estaba ansiosa por reconstruir el pasado, pero a él no le gustaba hablar de ello. Cuando ella lo mencionaba, su expresión se volvía sombría y aterradora.

Ahora era una flor de cuscuta en una isla aislada. La única persona en la que podía confiar era Jiang Kuo.

Un día, después de tener una apasionada sesión de sexo, Jiang Kuo se paró en el balcón y fumó en silencio.

Tingyu salió y lo abrazó por la cintura desde atrás. Con curiosidad, agarró el cigarrillo que él sostenía y se lo puso en la boca para fumar. Sin embargo, se atragantó y tosió porque no podía hacerlo.

En la gran oscuridad de la noche, Jiang Kuo se concentró y la miró. Vio que, después de bañarse, ella vestía una gran camiseta blanca que le pertenecía. Su largo cabello ondulado todavía estaba húmedo y sus piernas eran de un blanco deslumbrante.

Le dolía el deseo y la nuez de Adán le subía y bajaba. Apagó el cigarrillo en la maceta con una mirada pesada, metió sus manos cálidas en la ropa de ella y le quitó el sujetador.

Le frotó con fuerza el pecho, suave y elástico, de un blanco como la nieve, y la ciruela rosada se levantó casi de inmediato. Le preguntó: "¿Por qué sigues usando eso?"

Tenía miedo de que lo volviera a hacer, así que rápidamente detuvo su mano rebelde. Le sonrió, le rodeó el cuello con los brazos y lo llamó coquetamente: "Jiang Kuo, Jiang Kuo".

"¿Hmm?"

Jiang Kuo resopló. Su corazón estaba lleno de ella.

Satisfecho, la empujó hacia sus brazos. Se inclinó y tomó sus labios para besarla profundamente hasta que ella se resistió. Le dio unas palmaditas en el pecho porque no podía respirar.

Él dejó de azotarle los labios y la escuchó jadear suavemente contra él. Ella levantó la mirada y sus ojos estaban llenos de una especie de anhelo. "Hablemos, ¿de acuerdo?"

Ella observó su rostro con sensibilidad.

¿De qué quieres hablar? -Parecía infeliz.

-No te enojes, ¿de acuerdo? -Lo abrazó y levantó la mano para frotarle el ceño.

La expresión de Jiang Kuo se suavizó y besó su delicada mano. "Está bien".

Sólo entonces Tingyu se atrevió a mencionar con cuidado su pasado. "Jiang Kuo, todos tenemos un pasado, y yo también quiero tener uno.... Por favor, ayúdame, dime algo..."

Jiang Kuo permaneció en silencio durante un largo rato y luego dijo: "¿Qué quieres saber?"

¡Él realmente está dispuesto!

Tingyu se llenó de alegría de inmediato y preguntó: "¿Por qué perdí la memoria?"

Jiang Kuo fue la primera persona que vio después de despertarse y la única persona que permaneció con ella durante mucho tiempo. Aunque nunca tomó la iniciativa de decirle nada relacionado con ella, supuso que él lo sabría.

Sus ojos estaban llenos de confianza en él. Jiang Kuo se concentró en ella durante un largo rato.

No entró en detalles, pero tampoco lo ocultó demasiado. "Hiciste algo estúpido que te hizo daño. Estuviste en el hospital durante medio mes. Cuando despertaste.. lo sabes todo".

Ella empezó a sentirse melancólica y de inmediato quiso preguntar: ¿Por qué me haría daño?

Pero su intuición le dijo que Jiang Kuo no respondería a esta pregunta.

Entonces cambió la pregunta: "Entonces... ¿aún tengo parientes?"

Jiang Kuo negó con la cabeza y unas emociones que ella no podía comprender pasaron por sus ojos profundos. "Tu padre murió joven y tú solo tuviste una madre. Sin embargo, ella también falleció poco después de tu accidente".

Después de que Tingyu escuchó eso, se quedó aturdida. Sin embargo, se sentía tranquila por dentro, o lo que ella creía que era tranquilidad.

Sonaba como un incidente con una persona insignificante porque no había recuerdos de su madre en su cabeza.

Ella se sintió en conflicto por su indiferencia y preguntó con una mirada vacía en su rostro: "¿Cómo murió?"

"Accidente de tráfico", Jiang Kuo no tenía expresión alguna. "El informe de inspección policial demostró que murió casi de inmediato. No sintió dolor. No tienes por qué estar triste".

Tingyu guardó silencio y no hizo más preguntas.

Ella no estaba triste, estaba ansiosa, sólo asustada.

El mundo del pasado estaba vacío y desolado. Los rostros de sus familiares no tenían contornos, lo que la desesperaba.

Intentó buscar recuerdos en su mente, pero el proceso era muy doloroso. Su cabeza estaba tan caótica que parecía que estaba a punto de explotar peligrosamente.

Este estado mental era tan malo que a menudo se daba vueltas en la cama y no podía dormir en toda la noche.

Jiang Kuo le dio una pequeña cantidad de pastillas para dormir para estabilizar sus emociones en el hospital militar y le ordenó que no pensara demasiado.

Después de tomar la medicina, sus recuerdos se volvieron cada vez menos frecuentes, pero al mismo tiempo, ella se asustó cada vez más.

Durante mucho tiempo, Tingyu se aferró a Jiang Kuo. No le permitía ir a trabajar y lo dejaba con ella todo el día. De esa manera, no se quedaba mirando las cosas en la habitación y pensando.

No iba a trabajar a la comisaría, sino que se quedaba en casa con ella. Veían películas o la llevaba a pasear por el huerto cercano. A veces, cuando hacía buen tiempo, la llevaba a pescar a la orilla del río, en la zona militar.

Jiang Kuo la adoraba y la criaba como a un canario.

Tenían sexo todos los días. Era una parte integral de sus vidas.

Tingyu sintió vagamente que él le estaba ocultando muchas cosas, pero debido a su dependencia habitual de él, no podía quejarse.

A veces pensaba en ello con optimismo. Si lo olvidaba, pues lo olvidaba. El pasado era un lastre y debía tener cosas malas. Esto es una bendición disfrazada. Desechar el lastre y empezar de nuevo. ¿Quizás encontraría paisajes más bellos?

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