꧁ 𝙴𝚗𝚛𝚎𝚍𝚊𝚍𝚘𝚜 ꧂ •[ 𝐑𝐞𝐯! 𝐊𝐞𝐯𝐞𝐝𝐝 ]•

7

Finalmente la última hora de clases del último día de la semana, Nathan compartía clases con sus tres mejores amigos; no obstante era la clase que más repudia: Física.

Al entrar al salón y sentarse junto a Rolf, detrás de Kevin y diagonal a Nazz. Se fijó en las mesas detrás, en las que varios alumnos sacudían un par de hojas.

—¡La tarea de las Leyes de Newton!— exclamó poniéndose de pie y miró a sus amigos, quiénes de inmediato se voltearon a verle.

—¿No la hiciste, chico Nath?— preguntó Rolf con sorpresa.

—No, no— chilló. —Si que la hice, la puse en la carpeta de matemática— suspiró con desgano. —Pero no sé si esa carpeta está en mi casillero o la dejé en la casa— bufó.

—Anda a revisar tu casillero entonces— alentó la rubia.

—Nosotros te cubrimos— apoyó Kevin y le sonrió.

—Los amo— Nathan les sonrió a los tres y voló hacia el otro lado del instituto.

Dos minutos después de que el joven Goldberg se marchara del salón, entró el docente de Física. Rolf fue llamada por el profesor y se le asignó la tarea de recoger el deber que les había dejado.

El par de miopes le dieron sus trabajos de una vez y le sonrieron, de ahí el joven Burns se alejó de ellos. Al quedar solos, Nazz tosió y se dirigió a Kevin.

—¿Y bien?— la fémina se cruzó de brazos y piernas, sin desviar sus ojos cafés de los verdes del contrario. —Yo sé que a Rolf no le molestará tanto que estés saliendo con Eddward, ya que él no creció junto a nosotros— musitó con certeza. —No obstante, Nathan tuvo la desdicha de llegar en la peor etapa de los Eds. Y si hay alguien que deseara no volver a ver en su vida es a Eddward Marion— llevó su cabello para atrás y dejó caer su cabeza en su mano izquierda. —Así que ansío saber ... ¿Cómo y cuándo se lo dirás a Nathan?

El pelirrojo suspiró y rascó su nuca, claramente incómodo. Si bien habían charlado en llamada la noche anterior, hubieron ciertos puntos que no trataron debido a que Nazz fue llamada por su madre para que le ayudará a revisar unas lecciones que debía entregar a la mañana siguiente.

—Co-Como te dije ayer, tenía planeado contarles a los tres al mismo tiempo en persona junto con Eddward. Pero, ahora que tú lo sabes ... Supongo que aún puedo citar a Rolf y a Nathan para decirles— contestó con una voz ligeramente temblorosa.

—De acuerdo ... Debí habértelo preguntado anoche y creo que es lo más importante— la rubia se giró por completo hacia Kevin y se inclinó un poco para tocar el hombro del otro. —¿De verdad estás enamorado de Eddward?

—Me gusta mucho.

—Eso no fue lo que te pregunté, obvio que si estás enamorado te gusta ese alguien. Pero, estar enamorado es mucho más pesado y abrumador que un solo "Me gusta mucho".

—Lo sé, Nazz. Estoy saliendo con él, no somos novios ni nada por el estilo. Tan solo me estoy dejando llevar, ¿si?

—Dejándote llevar por la corriente, eh. Bien ... — aclaró su garganta y ladeó su cabeza. —Ya sabes cómo es el dicho: "Camarón que se duerme se lo lleva la corriente". Espero que no te duermas por más cálida y relajante que se sienta la corriente— respondió brillantemente la rubia. Siguiéndole el juego a su colega.

—Estoy atento— trató de defenderse, pero su voz salió más aguda de lo normal.

—Pues anoche no, estabas tan inmerso en los labios de Eddward que ni siquiera oíste la ruidosa motocicleta de Marie— replicó rápidamente la de ojos marrones. —Y eso que tú tienes un muy buen oído, Kevin Grells— añadió en lo que se enderezaba y se sentaba correctamente.