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Los martes solían ser los días más agobiantes para los encargados de la cafetería, pues todos los martes había pudin de postre, un dulce aclamado por los adolescentes del plantel. La cafetería comenzaba a llenarse segundos después de que sonara el timbre del instituto. Y en menos de diez minutos, todas las mesas estaban llenas.

El líder de los Eds se aproximó hacia la menor de las Kankers y le susurró algo en el oído, está acción llamó la atención de la mayoría de estudiantes, provocando que la pelirroja se sintiera incómoda. Por lo que correspondió la acción de Eddy respondiendole en voz baja antes de darse la vuelta y seguir platicando con sus amigas. El joven McGree tan solo se alejo y regreso a sentarse con sus amigos.

Como no todos contaban con una vida interesante, cualquier interacción que ocurriera entre los más conocidos del colegio estaría en boca de los que no contaban con una vida suficientemente interesante.

En una de las mesas esquineras, aquella acción llamó la atención de la hermana mayor de Lee.

—¿Qué le habrá dicho el estúpido de Eddy a mi hermanita?— soltó Marie con fastidio antes de darle un gran sorbo a su juguito de caja.

—¿Quién sabe ...?— suspiró Rolf. —De todas formas a Lee ya no la atrae Eddy, ¿verdad?

—Según ella no, aunque no estoy del todo segura, mi hermana es muy ilusa— se cruzó de brazos y se recostó sobre la mesa. —Al igual que mi madre ...

—Tal vez solo pregunto por May, como ella es la presidenta del consejo estudiantil de este año y Lee la capitana del equipo de porristas, tendrían de qué hablar, ¿no?— la rubia del grupo sonrió con la intención de animar a su novia. —Nuestro equipo quedó campeón este año y quizás han de estar preparando un evento ...

—Mmhn, tiene sentido lo que dices ... — dijo la peliazul, desanimada. —Aunque, sería mejor preguntarle directamente, le voy a escribir— se enderezó de golpe y saco su móvil para escribirle.

—Me alegro de ser hijo único ... — comentó el joven Burns con una ligera sonrisa mientras se daba media vuelta para ver a Nathan y Kevin llegando a la mesa.

—¡Ese señor tiene algo contra mí, estoy completamente seguro!— exclamó Nathan con euforia al sentarse junto a Rolf y frente a Nazz.

—¿El señor Williams? Claro que sí y contra nosotras también, es un homofóbico de clóset— dijo Marie con desdén para luego abrir su tarrito de pudin y comer un poco.

—¿Entonces por qué también le caigo mal?— intervino Kevin con una mueca, después de sentarse junto a Nathan.

—Eemhn, sin ofender, Kevin ... ¿Estás seguro que eres cien porciento heterosexual?— sonrió Rolf sin ánimos de causar problemas.

—¿Parezco gay?— preguntó de forma seria y analizó las reacciones de cada uno de sus amigos. Nazz evitó el contacto visual, Marie asintió lentamente antes de comer una cucharadita de pudin, Rolf mordió su sanduche y Nathan lo observo esperando que el propio Kevin se respondiera.

El silencio y los gestos de sus compañeros hicieron fruncir el ceño pecoso y colorado, mismo que se relajó en cuestión de segundos.

—¿Eso es un sí? Ahg ... — suspiró. —¿Es por el suéter? ¿O por el moño? Mamá adora verme con este ... — el joven Grells acarició la tela del lazo que adornaba su cuello.

—Es por las vibras, dulzura ... — contestó Nathan antes de envolver su brazo en el cuello de Kevin. —Es cierto que al inicio de secundaria te sentiste atraído por Nazz, todos lo sabemos, pero desde entonces no te has sentido atraído por ninguna otra chica y suponemos que quizás también le tires al otro bando— explicó con una sutil sonrisa.

꧁ 𝙴𝚗𝚛𝚎𝚍𝚊𝚍𝚘𝚜 ꧂ •[ 𝐑𝐞𝐯! 𝐊𝐞𝐯𝐞𝐝𝐝 ]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora