Marketing.

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El sol apenas asomaba por las ventanas del dormitorio cuando comenzó el bullicio matutino característico del dormitorio. La empresa había programado una reunión importante, y todos los miembros se estaban apresurándose para prepararse. Todos menos Jake. Mientras los demás se vestían y arreglaban, él seguía acurrucado en su nido, aferrandose a la calidez y la comodidad que había creado a su alrededor. Los suaves montones de mantas y ropa impregnada con los aromas de sus compañeros lo envolvían, brindándole una sensación de seguridad y pertenencia que no quería abandonar.

Se sentía cada vez más reacio a dejar ese refugio que lo protegía de las demandas del mundo exterior. Desde su rincón, podía escuchar el bullicio de la habitación, los pasos apresurados y las voces mezcladas en un caos armonioso. Cada sonido parecía amplificar su deseo de quedarse allí, en su nido, alejado de las responsabilidades y la presión. Sus ojos seguían cerrados, tratando de ignorar la creciente urgencia que percibía en el ambiente, esperando que, de alguna manera, pudiera permanecer invisible, olvidado en su pequeño santuario de calma y calor.

Jungwon, consciente de que el tiempo apremiaba, se acercó al nido sin saber muy bien que hacer, si fuera por él podría dejar al omega durmiendo todo el día pero sabe que esta vez estaba fuera de sus manos.

Deseaba poder ofrecerle más tiempo, más seguridad, pero las circunstancias exigían acción. Esperaba que las palabras adecuadas y un toque gentil fueran suficientes para convencerlo de abandonar su preciado refugio, al menos por un tiempo.

-Jake, tenemos que irnos. La reunión con la empresa es en media hora y estamos contra reloj. Necesitas levantarte, por favor.

El omega solo lo mira de reojo acurrucandose aun mas en su nido ocultando su rostro en un par de prendas, quizás si no se movía el alfa olvidaría que estaba ahí.

La tristeza y el mal humor se reflejaban en su rostro. No quería levantarse, especialmente no para enfrentar una reunión que seguramente sería agotadora y llena de estrés. Sabía que discutirán sobre su situación, pero en general estas reuniones estaba llena de alfas ejecutivos con rostros alargados que se remojaban su propio narcisismo. Le dirían cosas feas, cosas que lo harían sentir pequeño e impotente, y hoy no estaba del humor necesario para poder soportarlo.

-No quiero ir, Wonnie. ¿Por qué no pueden hacer la reunión sin mí? -respondió, con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas. Un puchero asomaba en sus labios tratando de retener sus sentimientos.

La idea de la frialdad de una sala de reuniones llena de alfas desconocidos y sus miradas críticas le parecía insoportable.

El líder sintió un nudo en el estómago.
Se agachó un poco más, intentando mantener su voz lo más suave y reconfortante posible.

Pero para ser sinceros Jake se sentía especialmente emocional está mañana. Quizás eran las hormonas acomodanose en su cuerpo como le había dicho el doctor simpático.

-Lo sé, pero todos tenemos que estar allí. Es importante. Entiendo que estés cansado, pero necesitamos tu apoyo. Cinco minutos más y estaremos muy retrasados.

Las palabras de Jungwon, aunque dichas con la mejor intención, solo hicieron que Jake se sintiera más abrumado. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas y pronto el sollozo silencioso se convirtió en un llanto desconsolado. Jungwon, en su desesperación por calmarlo, no hizo más que empeorar la situación.

-Por favor, no llores. No quise hacerte sentir así. Es solo que... -Jungwon titubeó, sin saber qué más decir.

Las palabras de Jungwon, aunque dichas con la mejor intención, solo hicieron que Jake se sintiera más abrumado. La presión de la reunión, la incomodidad de tener que abandonar su nido y el agotamiento emocional se combinaron en una ola abrumadora que finalmente rompió su frágil contención. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas en un torrente silencioso al principio, pero pronto los sollozos silenciosos se convirtieron en un llanto desconsolado que llenó la habitación con un sonido desgarrador.

Attention, please! ᴶᵃᵏᵉ⁻ᶜᵉⁿᵗʳⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora