Attention, please! ᴶᵃᵏᵉ⁻ᶜᵉⁿᵗʳⁱᶜ

Cuidar.

Los días habían pasado, y aunque Jake se esforzaba por actuar como siempre, aunque Heeseung no podía ignorar los pequeños cambios en su comportamiento. Las noches en el dormitorio habían sido más silenciosas, con el omega acurrucado en su nido, evitando cualquier conversación que aludiera al incidente de la sesión de fotos. Sin embargo, esa fachada de normalidad era solo una fina capa que cubría la ansiedad que aún sentía.

Observando desde la distancia, notaba cada pequeña señal: cómo los dedos de Jake tamborileaban nerviosamente contra la mesa, cómo evitaba el contacto visual más de lo habitual, y cómo su sonrisa, normalmente brillante y despreocupada, parecía cada vez más forzada.

—No le digas a los demás — había dicho esa misma noche al salir de la empresa, mientras ambos se dirigirán  un silencio incómodo a la habitación. Su voz había sido firme, pero su mirada estaba llena de inseguridad.

Heeseung lo había observado desde el otro lado del automóvil, el omega ni siquiera lo quería cerca.—Cachorro, tienen derecho a saberlo. Somos un equipo. Si alguien te lastima...

—No es para tanto...quizás solo estaba exagerando. No es para tanto —lo interrumpió rápidamente, sus ojos brillando con algo más que solo miedo—. Por favor, Heeseung. Si se enteran, van a armar un escándalo y no quiero ser la causa de más problemas. No quiero que me vean como... —se detuvo, mordiéndose el labio, luchando por contener sus emociones.

—Como un problema —murmuró el alfa, completando la frase en su mente, con una tristeza que le atravesaba el pecho. Se acercó lentamente al chico que aún temblaba, su alfa queriendo proteger, su cuerpo luchando contra el impulso de hacer que todo estuviera bien con solo un abrazo.

Jake se apartó un poco, temeroso de que cualquier proximidad más allá de lo estrictamente necesario pudiera quebrar el equilibrio frágil que había construido.

—No les digas nada —repitió esta vez con una advertencia clara en su tono—. Si lo haces, juro que no volveré a hablarte.

El mayor levanto ambas cejas incrédulo por el ultimátum. —Cachorro...jaeyun- comenzó a decir, pero su omega solo bajó la cabeza, incapaz de sostener su mirada.

—Estoy hablando en serio, Lee. No puedo crear más caos. No quiero que piensen que soy débil o... que necesitan protegerme siempre. Sólo quiero volver a lo de antes,  cuando no le importaba a nadie.

Aquellas palabras encendieron una chispa en el corazón de Heeseung, una mezcla de culpa y desconsuelo que lo obligó a enfrentarse a una verdad que había evitado por demasiado tiempo. Jake siempre había sido el fuerte, el que cargaba con el peso de todos, sacrificando sus propios deseos por el bienestar del grupo. Pero podía ver más allá de esa máscara. Bajo esa fachada de fortaleza, su omega estaba herido, lleno de miedos que se habían enraizado profundamente tras todo lo ocurrido. Y en ese momento, mientras veía a Jake evitar su mirada, encorvado sobre sí mismo y jugando con las mangas de su suéter como si buscara desaparecer, no pudo evitar preguntarse si él mismo había contribuido a ese dolor.

Había sido un pésimo hyung desde que debutaron. En su intento de no ser visto como un mayor demasiado estricto, quizá había sido demasiado distante. Había asumido, sin cuestionarlo, que Jake era inquebrantable, que no necesitaba cuidados ni palabras de aliento. No era mucho mejor que aquel fotógrafo que lo había reducido a una imagen. Y no fue hasta la presentación del omega, cuando los instintos más primitivos de su condición de alfa se encendieron, que se dio cuenta de lo que realmente había estado pasando.

Se odiaba por haberlo notado solo por sus impulsos instintivos. Se odiaba aún más por no haberlo notado antes, por no haber cuidado del chico como él lo había hecho con todos ellos, silenciosa e incansablemente. Su enamoramiento por Jake, que había nacido desde aquellos días en I-LAND, parecía ahora insignificante, un sentimiento egoísta que no había servido de nada. Porque, al final, mientras Jake cargaba con el mundo, él solo había sido un espectador incapaz de protegerlo