Capitulo 37

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El firme golpeteo de sus tacones se escuchó fuerte y claro a través del largo pasillo alfombrado de azul, por el que Weiss camino para encontrarse con su padre.

La mansión Schnee era un lugar realmente asombroso para cualquier persona que llegara a caminar a través de ella. Al principio se trataba de una casa refinada y costosa que serviría para que una familia como la suya viviera cómodamente por el resto de su vida, sin embargo, con el éxito monetario que trajeron del manejo del Dust y con las diferentes generaciones que habitaron dicho hogar, hizo que el concepto de la mansión cambiara por completo, convirtiéndolo en un lugar extenso y lleno de lujos.

Cientos de personas podrían haber llenado cómodamente los pasillos y habitaciones de la mansión Schnee y a menudo lo hacían durante las fiestas, reuniones y otros eventos similares. Sin embargo, en estos momentos la mansión se sentía completamente vacía, las enormes columnas que sobresalían de las paredes, decoradas con candelabros negros y velas encendidas, que daban vista a las numerosas pinturas que adornaban las paredes, fueron su única compañía durante este silencio viaje.

A pesar de haber caminado por estos pasillos durante casi toda su vida, había algo que hacía que se sintieran diferentes, algo que sin dudas la desconcertó pero que pensándolo a profundidad, pudo encontrar la respuesta. No era el lugar el que había cambiado, sino que ella no era la misma que alguna vez camino por estos pasillos.

Su viaje a Beacon la había cambiado, su visión del mundo se vio sacudida cuando conoció y convivió con su equipo y amigos que hizo durante su estadía en la academia. Atrás quedó la heredera orgullosa que menospreciaba a cualquiera que ella consideraba inferior, para dar paso a la persona que era ahora. Sin embargo la verdadera cuestión era... ¿Ese cambio había sido para bien o para mal?

"Buenas tardes, hermana". Dijo una voz delante de ella que llamo su atención, revelando así la figura que obstruia su pasó. "Es un placer verte fuera de tu habitación para variar".

Un adolescente, algo más joven que Weiss, se paró frente a ella, su cabello blanco se encontraba mayormente peinado hacia su izquierda, ojos azul claro que la miraron fijamente, los cuales, acompañado con su piel clara, combinó perfectamente con la ropa formal que portaba, la cual consistía en una mezcla de prendas blancas y otras con diferentes tonos de azul. Resaltando así sus zapatos negros de vestir.

A simple vista parecía ser una calca de la misma Weiss, y no es para menos, ya que se trataba de su hermano menor, Whitley Schnee.

Whitley se inclinó cordialmente ante ella, con una sonrisa en el rostro que, para quienes lo conocían, estaba extrañamente fuera de lugar.

"Hola, Whitley". Respondió Weiss por pura cortesía. "Hoy estás de muy buen humor".

"Klein hizo crepes para el desayuno" Se encogió de hombros como para dar a entender que no había otro estado posible en esas circunstancias.

"¿Qué quieres?". Weiss suspiró mientras colocaba una mano en su cadera y miraba hacia otro lado. No había ninguna posibilidad de que él estuviera simplemente manteniendo una conversación sin importancia.

"Escuché a papá gritando con alguien en su estudio hace un momento". Comenzó inmediatamente el joven sin siquiera intentar refutar su implicación.

"¿Madre?"

"No, ella ya está bebiendo en el jardín".

RWBY: Una Nueva Pieza Entra Al JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora