𝐌𝐞𝐝𝐢𝐚 𝐋𝐮𝐧𝐚 ;; Park Sunghoon

11

Estaba sentada en las gradas de la cancha de la universidad, había decidido acompañar a Sunghoon y mientras él entrenaba, yo preparaba mi exposición para clase.

Las cosas con Sunghoon se habían puesto raras desde el día de la fiesta, cuando teníamos que tener contacto físico me sentía un poco incomoda y no tardaba en separarme. Algo que también me resultó extraño fue la actitud de Sunghoon, parecía haber dejado de lado su orgullo y cuando estábamos juntos hablaba lo mínimo. Ahora decía las palabras justas y se quedaba callado el resto del tiempo.

—¿Qué haces por aquí? —dijo alguien a mi lado.

Levanté la vista encontrándome con Heeseung.

—Sunghoon —señalé con la cabeza donde él estaba.

—Es verdad —asintió y se fue hacia el centro de la cancha.

Con Heeseung no me había pasado nada, solo que últimamente no estábamos mucho juntos, casi siempre estaba entrenando o por ahí con Jake. Solía faltar a muchas clases últimamente y en las que estaba, parecía dormido siempre.

Suspiré y pasé una mano por mi frente notando como estaba sudando. Últimamente hacía un calor sofocante y no era lo común por aquí.

—Jiwoo —llegó Sunghoon a mi lado.

—¿Qué pasa? —dejé mi mano por encima de mis ojos para tapar el sol y ver mejor a Sunghoon.

—Voy a estar con los chicos después del entrenamiento, ¿Quieres que te acompañe a tu habitación o...? —fruncí el ceño.

—Pensaba que íbamos a salir —no es que me importase pero había rechazado planes porque según Sunghoon, íbamos a estar juntos hoy.

Él se quedó callado un rato mientras miraba a otro lado, como si estuviese pensando una respuesta, o mejor dicho, una excusa.

—No me acordaba, lo siento —dijo levantando sus hombros con desinterés.

¿De verdad no se le había ocurrido nada más creativo?

Asentí y guardé algunas cosas en mi bolsa.

—Nos vemos mañana —me levanté pero agarró mi muñeca impidiendo que me fuera.

Con sus ojos señaló a un grupo de chicas que nos miraban a lo lejos y entendí que quería decir sin palabras.

Me acerqué y le di un beso que él me correspondió con normalidad y después sonrió, aunque se notaba que no era una sonrisa natural, era forzada.

Me fui y no tardé en llegar a las habitaciones, sin duda hoy sería un día aburrido.

Inevitablemente me puse a pensar, Sunghoon llevaba raro desde que se fue de mi habitación después de la fiesta, recuerdo que me pasé un poco al rechazarle de una manera borde y aunque no lo mostró, sabía que le habia molestado.

Aún así, estaba en mi derecho de rechazarle pero una parte de mí se sentía mal por haberlo hecho, no por hacer sentir mal a Sunghoon, si no por mi misma.

Puede ser que un poco de cariño si le había cogido al chico.

Solté un pequeño suspiro y agité la cabeza intentando dejar de darle vueltas al tema, pasé el resto de la tarde con el ordenador, comiendo helado a ratos y sin hacer nada interesante.

...

Era de madrugada y estaba teniendo un sueño precioso hasta que sentí golpes en mi puerta, haciéndome despertar. Resoplé y me levanté con pereza.

Abrí la puerta con sueño y no me fijé ni en quién era.

—Mira Heeseung, son las tres de la mañana y valoro mis horas de sueño ¿Lo sabes? — dije medio dormida.