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Escuché a Sunghoon hablar sobre sus preocupaciones del partido mientras me vestía.

Era el día del partido tan importante que llevaba escuchando hablar semanas, Sunghoon me había llamado para avisarme de que pasaría a por mí después y al final terminó contándome cosas durante un rato.
Inevitablemente estaba cogiendo el gusto de escucharle hablar, cuando no se ponía en su modo egocéntrico era capaz de contarte cosas que realmente interesaban.

—Ya salgo de mi casa, ve terminando de arreglarte —dijo Sunghoon.

—Vale, nos vemos —cuando escuché su adiós, colgué y terminé de prepararme.

Me puse una camiseta de color azul claro, como el color del equipo y lo combiné con unos pantalones cortos blancos sencillos.

Sunghoon no tardó en llegar como dijo y llamó a mi puerta.

Me saludó con una sonrisa y un beso en la mejilla, había alguna persona pasando por los pasillos y ya solo por eso debíamos actuar como una pareja.

—Tengo en el coche algo para ti —fruncí el ceño ante su comentario pero fui con él hasta su coche y cuando entré, el olor característico de vainilla me llegó.

—¿Qué es? —pregunté con curiosidad.

Sunghoon estiró su brazo hacia los asientos traseros, cogió una pequeña bolsa de papel y me la dio.

—Es una tontería, para el partido de hoy.

Al abrir la bolsa me encontré con una camiseta del equipo, la saqué con cuidado y me fijé en la espalda, donde estaba el nombre y número de Sunghoon.

—Vaya... jamás pensé que tendría una camiseta tuya —me reí un poco.

—Si no te la quieres poner lo entiendo, ¿Eh? Solo es una idea aprovechando que bueno...estamos juntos —por primera vez, pude ver qué estaba un poco nervioso y sonreí sin hacer ningún comentario sobre eso.

—Tranquilo, me la voy a poner —la metí de nuevo en la bolsa, cuando llegásemos, iría al baño para cambiarme.

—Vale, genial —sonrió y puso el coche en marcha, solo tardaríamos unos pocos minutos.

—Ahora que lo pienso...apenas te he visto jugar baloncesto —no recordaba a Sunghoon en los entrenamientos de Heeseung y me sonaba de algún partido verle en el banquillo.

—Ya, no voy a la mitad de los entrenamientos y en la liga no he jugado mucho pero estos últimos meses he intentando mejorar para poder jugar los últimos partidos y ha funcionado —dijo orgulloso de si mismo.

Asentí antes sus palabras y nada más llegamos al sitio donde sería el partido, bajé del coche viendo cómo algunas personas entraban.

—Hay una puerta que da directa a los vestuarios de jugadores por ahí —dijo Sunghoon señalando un lado del gimnasio.

—Yo iré al baño para cambiarme la camiseta —dije moviendo la pequeña bolsa de papel.

—Vale, te veo dentro —asintió y se acercó, dándome un beso rápido en los labios para después irse a los vestuarios.

Me giré viendo a unas chicas mirar hacia otro lado, intentando disimular que no estaban mirándonos hace unos segundos. Negué con cierta diversión y entre al gimnasio mientras me dirigía al baño público.

Salí con la camiseta puesta y mi teléfono comenzó a sonar, lo saqué dándome cuenta de que era Heeseung quien llamaba.

—Hola —contesté sonriente.

—Hola, Jiwoo, ¿Ya estás aquí? —preguntó.

—Sí, acabo de llegar, ¿Estás en los vestuarios?

𝐌𝐞𝐝𝐢𝐚 𝐋𝐮𝐧𝐚 ;; Park Sunghoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora