♡ ཿ seventeen.

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Jay lo agarró desprevenido.

Pudo sentir como los trabajos, sobre la mesa, caían al suelo estrepitosamente mientras Jay lo empujaba contra ella. Jake ni siquiera alcanzó a protestar como correspondía, pues de forma inmediata la boca del alfa se posó sobre sus labios, y le estaba besando como nunca lo había hecho antes.

Lo estaba besando como si quisiera comérselo, y ese pensamiento hizo que su omega gimiera con clara necesidad.

Las manos de Jay se colaron bajo su ropa, acariciando su cintura. Fue en ese instante en que Jake, mareado por el beso, sintió su húmeda entrada.

Empujó a Jay un poco, lo suficiente para que ahora comenzara a besarle el cuello, y el omega gimió. Sus feromonas inundaban el aire de la oficina, por lo que alguien no tardaría en darse cuenta lo que estaba ocurriendo allí.

Bueno, ¿y qué importaba? Jay era su novio, pensó en la bruma del placer, era su alfa. Ellos se querían, se querían demasiado, ¿acaso ya no era el momento de tener ese ansiado momento íntimo?

No. Pero no allí. No en ese lugar.

—Jay —gimió Jake, y el alfa frotó su entrepierna contra la del omega. Sintió la dureza y humedad a través del pantalón—, necesito... necesito...

—Te necesito —gruñó Jay, y Jake gimoteó—, mi bebé...

—Sí, sí —aceptó el menor, pero trató de mantener la calma—. Deja... deja que llame a... a Sunghoon. Sunghoon, sí —trató de aclarar sus pensamientos—. Él.. él nos puede llevar a tu departamento, y allí...

—Te haré mío —jadeó Jay, y volvió a besarlo. La mente de Jake pareció derretirse con ese nuevo beso, con el hecho de sentir la lengua contra la suya.

A pesar de sus palabras, el alfa no se calmó los siguientes minutos. Jake se volteó boca abajo sobre la mesa, sintiendo suaves embestidas por encima de su pantalón. Jay se comportaba como un alfa en extremo caliente, no el hombre serio y controlado que conocía, y esa idea casi lo enloqueció.

Marcó el número de Sunghoon desde el celular de Jay, aferrándose a la madera y tratando de aguantar los gemidos de su boca.

—Hola, Jay —saludó Sunghoon.

—Sunghoon —jadeó Jake, moviéndose y tratando de que el alfa lo soltara, pero sólo le hizo soltar un gruñido—, soy... soy Jakey...

—¿Ah? Hola, Jakey —el otro alfa sonaba desconcertado—. ¿Pasa algo?

—¡Sí! —chilló Jake—. Jay, él... él está en celo, y necesito... Estamos en su oficina, pero...

—¡Oh, demonios! —Sunghoon soltó otro par de groserías—. Vale, bien, voy a buscarlos.

—Gracias —lloriqueó Jake, y cortó—. ¡Jay, ya, basta!

El alfa dejó salir un gemido, como de cachorro regañado, pero ni siquiera lo soltó. Parecía que sólo quería frotarse contra Jake, en cualquier parte de su cuerpo, y dejarlo impregnado en su olor.

𝐖𝐀𝐘 𝐁𝐀𝐂𝐊 𝐇𝐎𝐌𝐄 𔓕 jayke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora