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La felicidad que Jay le dejó se esfumó tan rápido como llegó el día siguiente

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La felicidad que Jay le dejó se esfumó tan rápido como llegó el día siguiente.

Los miércoles no tenía clases tan temprano, para su propia fortuna, sólo dos clases: una a las once de la mañana y la otra a las tres de la tarde. Después de eso, quedaba libre completamente.

Danielle llegó a las diez, como siempre, sin hacer preguntas sobre Riki marcado en el aroma de Jay. Danielle era una chica australiana que llegó sólo un año atrás a Corea y a ese edificio, tenía dieciocho años y vivía con sus padres todavía. Decidió tomarse un año sabático para ahorrar y entrar a la universidad el año siguiente, por lo que Jake le pagaba para cuidar de su cachorrito. Riki la adoraba, ambos se llevaban muy bien y Danielle se encargaba de mimarlo mucho.

Le dio las indicaciones de siempre, despidiéndose de ambos y saliendo a tomar el bus para llegara su clase. Iba bastante contento al recordar la conversación que mantuvo la noche pasada con Jay, que se fue más allá de las diez de la noche. Ambos se quedaron conversando de muchas cosas, conociéndose mucho más, mientras que Riki se quedó dormido en los brazos del alfa. La visión de los dos, entendiéndose tan bien, le provocó demasiada ternura a Jake, su corazón latiendo aceleradamente.

Todavía tenía muchas dudas respecto a dicha salida, por eso le dijo a Jay que quería ir lento, conocerlo mucho más, antes de dar un gran paso como salir. El mayor le dijo que no se preocupara, porque él también quería conocerlo a él, así que decidieron tener una cita el sábado, una cita de verdad. Probablemente, Jake le pediría a Jungwon que cuidara de Riki, porque la idea es que salieran los dos solos.

Llegó a la universidad varios minutos después, apurándose en llegar a la sala en la que le tocaba clases a esa hora. Sin embargo, supo enseguida que algo no iba bien cuando entró. La profesora todavía no llegaba, pero ya había varios compañeros, que se voltearon a verlo apenas apareció.

Trató de mantener su expresión tranquila al caminar hacia un asiento, escuchando los cuchicheos a su alrededor. ¿Qué demonios?

—Jake —susurró Gaeul, inclinándose para hablarle en voz baja y que nadie escuchara—, oye...

—¿Qué le pasa a todo el mundo? —masculló Jake, frunciendo el ceño—. ¡No dejan de mirarme!

Gaeul tragó saliva, removiéndose en su lugar.

—Alguien te vio con el profesor Park, ayer, luego de clases —explicó Gaeul con rapidez—, te vieron subiéndote a su auto. ¿Eso es cierto?

Jake se quedó congelado, sorprendido por lo que le estaba contando su amiga. Pudo sentir el pánico atenazándose en su estómago, los nervios haciendo que su piel se pusiera de gallina.

Oh dios, santo dios, ¡ni siquiera lo pensó en su momento! ¿Cómo se le ocurrió irse con él tan enseguida, cuando todos sus compañeros también estaban saliendo?

Tragó saliva, queriendo hablar, pero sintiendo su boca seca. Para su propia fortuna, en ese momento llegó la profesora Park, haciendo que todos se acomodaran para iniciar la clase. Sin embargo, eso no quitó que podía sentir algunos ojos puestos en él todavía.

𝐖𝐀𝐘 𝐁𝐀𝐂𝐊 𝐇𝐎𝐌𝐄 𔓕 jayke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora