-Epilogo-

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Habían pasado tres meses desde que se estableció la paz en Berk y vencieron al Muerte Roja, los cazadores quienes habían seguido hacia oriente se encontraban en mar abierto, muy deseosos de cazar dragones, estos se habían encontrado con muchos obstáculos en su viaje, pero los habían sorteado gracias a sus amplias habilidades como navegantes.

Después de tan larga travesía se sentían emocionados, pues estaban cerca de un archipiélago que, según las leyendas, tenía una cantidad increíble de dragones, solo uno o dos días más de viaje y llegarían al tan ansiado lugar.

De repente pudieron divisar un dragón que estaba volando muy alto, así que prepararon los lanzadores y las ballestas con intención de derribarlo.

Por su parte el dragón miro la flota de barcos preparándose para atacarlo, y sonrió –Es tal y como nos informaron, veinte goletas vikingas de ataque deseosas de cazar dragones, esto será divertido-

Su jinete, un hombre de cabello negro y un particular traje color gris sonrió ampliamente –Espero que al menos den una buena pelea, yo me ocupare de los diez de la derecha, te dejo los diez de la izquierda-

El dragón sonrió ampliamente - ¿Debemos dejar algún barco como aviso? -

El guerrero negó con la cabeza -No, están muy lejos de casa, en lo que a los demás respectara simplemente no sobrevivieron al viaje y las criaturas de la zona- dijo mirando con molestia a los cazadores de dragones.

El dragón era un Skrill de escamas moradas, que rápidamente comenzó a emanar electricidad en su cuerpo –Muy bien, hagamos esto- y sin más se lanzó contra la flota, disparando un relámpago que impacto de lleno en la cubierta de uno de los barcos, generándole un enorme hoyo por el cual entro rápidamente el agua.

Las demás goletas comenzaron a dispararle las redes y rocas, así como una enorme cantidad de flechas, pero el dragón era increíblemente hábil y logro esquivar todo lo que le lanzaban, y de un rápido movimiento disparo de su boca un segundo Rayo que hundió otro barco.

Mientras tanto en uno de los barcos más alejados de la derecha le estaban apuntando al Skrill y casi lo tenían a tiro –Jejeje ya te tengo- dijo uno de los cazadores.

Pero el hombre sintió como una mano se posaba en su hombro, al voltear un hombre de cabello negro le sonrió –¿Te ayudo? - y sin más le daría un golpe que lo lanzo por la borda.

Todos los demás vikingos se acercarían con espadas en mano listo para atacar al extraño –Mmm diez contra uno, veamos que pueden hacer-

Este saltaría golpeando a uno de ellos y lanzándolo al mar, rápidamente caería y daría un barrido con su pierna haciendo caer a otros tres –Vamos, al menos esfuércense- luego le daría una patada lateral a uno de ellos en la cara dejándolo completamente noqueado, al segundo le daría una patada frontal rompiéndole la nariz y apagándole las luces por el impacto, el tercero si lograría levantarse, pero este lo agarraría y con una llave lo terminaría lanzando al mar de un solo empujón.

El resto de los vikingos al ver eso, tomarían sus escudos para defenderse mejor –Je, como si eso fuera a ayudarlos- el hombre se movería rápidamente haciendo como que iba a golpear a uno de los cazadores en la cara, pero realmente lo golpearía en el estómago, siendo el impacto tan fuerte que el hombre escupiría algo de sangre y caería al suelo sosteniéndose la barriga.

Rápidamente uno de los vikingos lanzaría un tajo horizontal desde la izquierda, pero el guerrero solo sonreiría y se agacharía pasando la espada muy cerca de su cabeza, luego le daría un puñetazo en forma de gancho acertándolo en la barbilla y mandándolo a volar, uno de los barcos se acercó apuntándole con las ballestas para dispararle, pero rápidamente un Rayo le impactaría haciendo que comenzara a hundirse.

-Sam ya deja de jugar, solo me quedan cinco barcos, mientras tú no has terminado ni con el primero-

-Vamos Rayo, no me arruines la diversión- diría este con una gran sonrisa.

-Oh los hundes tú, o los hundo yo- dijo molesto.

-Hay sí, dragón malhumorado, como se nota que no has tenido una hembra en meses- diría fastidiado.

El guerrero sacaría una espada que llevaba colgada en la cintura, específicamente una katana, la cual tenía un particular color rojo brillante, dando la ilusión de que estuviera imbuida en sangre y se pondría en posición de combate –Vamos a bailar-

Fin.


Bueno, hemos llegado al final de esta primera parte, los que conocen de videojuegos, o de memes de videojuegos, ya sabrán perfectamente quien es, y los que no, no se preocupen, lo presentare como se debe en la segunda parte.

Y como lo prometido es deuda, aquí les dejo el link a la segunda parte con el primer capitulo ya publicado:

https://www.wattpad.com/story/372935868-dragones-de-berk-el-emisario-de-oriente

Espero que les haya gustado esta historia y la hayan disfrutado tanto como yo disfrute escribiéndola.

Como siempre les deseo que tengan un gran día, tarde, noche y nos vemos en la segunda parte, adiós.

Como entrenar a tu dragón AlternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora