[¿Cómo es, Padre?]Actualmente Laurier está vestida con ropa sencilla y me pregunta qué pienso de su atuendo.
No creo que haya nada más que pueda combinar con su atuendo de chica de pueblo, pero tengo que admitir que toda la ropa se ve mejor cuando mi linda hija la usa.
No es que quisiera demostrar lo feliz que estoy realmente con su ternura. Sí, Calis, no lo olvides, eres del tipo genial.
[*Sonrisa* Umm, te quedan bien, querida. Nuestra Laurier se ve muy bonita incluso con ropa sencilla.] (Calis)
[*Risas* ¡Jejeje!] (Laurier)
Cuanto más sencilla sea la ropa, más resaltará la belleza innata de la persona. Y después de decirle a Laurier lo linda que es, su sonrisa tímida la hizo parecer aún más linda.
[¿Y yo qué tal, padre?] (Selena)
Ugh… justo cuando estaba en el momento de apreciar la ternura de mi hija, la princesa se acercó.
No puedo decir que no me moleste por ella ahora mismo, ¿no? Sigue siendo una princesa. Diré lo que se me ocurra.
[Te queda bien pero… supongo que te verías mejor con un vestido que con ropa sencilla.]
[Fufufu, muchas gracias.] (Selena)
… ¡Uf…! ¡Esta relación padre-hija conmigo y esta princesa me resulta realmente incómoda! ¡También tengo la sensación de que la princesa me molestaría cada vez más si le demostrara lo mucho que me molesta!
[¿Y tú, Celeu? ¿Qué opinas después de ver a Laurier?] (Selena)
[Oh, se ve bastante bien.] (Celeu)
Qué normal, Celeu-sama. Me gusta.
Puede que haya sido su impresión sincera, pero no parecía que hubiera mucho afecto en ello. ¿Cómo debería decir esto? Como padre, creo que es algo bueno, pero considerando que es un candidato para el compromiso de mi hija... ¿De verdad no le parece atractiva mi hija? ¿Hablas en serio, muchacho? De todos modos, ¡pensemos en lo primero!
Selena-sama parece pensar en la misma conclusión que yo. Sin embargo, se ve muy decepcionada... ¿Por qué está tan ansiosa por empujar a su hermano hacia una amiga suya?
[Bueno, por ahora compraré toda la ropa que sea buena y bonita. Por supuesto, también la de Celeu y Selena.]
Acaricio la cabeza de Laurier tratando de obtener más vibraciones positivas de su ternura mientras pago la cuenta.
Por mucho que me moleste tratar al príncipe heredero y a la princesa de este país con indiferencia, como si fueran mis propios hijos y pagar por ellos, no se puede evitar, ya que aquí estamos actuando como padres e hijos.
[Está bien, muchas gracias, Padre.] (Selena)
[G-gracias…] (Celeu)
A Selena-sama no le molestó ni un poco, pero al menos Celeu-sama, a pesar de avergonzarse, pudo llevarse bien y me permitió pagar por ambos.
Cabe señalar que no soy una persona que gaste dinero a la ligera, pero si es para mi esposa y mi hija, con gusto gastaría todo mi dinero.
Sin embargo, ellas dos no son realmente tan materialistas, así que necesito algo así como esto para ver si hay algo que les gustaría conseguir.Puede que Laurier se haya vestido hoy de chica de pueblo , pero ¿quién sabe si en el futuro tendremos que volver a disfrazarnos? ¡Sí, entonces compremos algo para ese día también!
[Padre.] (Laurier)
Después de pagar toda la ropa que pedí y pedir a la tienda que la entregara en una fecha posterior, Laurier me llamó suavemente.
[Sería agradable volver aquí de nuevo con mamá y todos, pero… me gustaría volver la próxima vez solo tú y yo…] (Laurier)
[Oh… Por supuesto, claro, querida.]
Dios mío... Laurier se comporta de forma bastante recatada y madura, especialmente cuando empezó a tomar clases para ser reina. Pero después de escuchar una petición tan infantil de su parte, no puedo evitar rendirme inmediatamente ante la ternura de mi hija.
En realidad... Laurier obtiene cada vez más de los encantos de su madre cada año.
No es que vaya a cambiar nada. Ella siempre seguirá siendo mi linda bebita.
Hoy es un día realmente bueno. Fue genial que saliéramos a jugar.
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ME REENCARNÉ COMO EL PADRE DE LA VILLANA
FantasyDesde que me reencarné como el padre de la villana, colmaré de amor a mi esposa y a mi hija. Después de su caída, el duque que estaba distante con su esposa e hija recordó sus recuerdos de otro mundo. Con una nueva perspectiva de la vida, juró aprec...