(Este se trata en el Momento donde König se va a dar servicio al ejercito en ese tiempo solo paso un año y voten por el anterior capitulo hasta 5 creo que era y si no...revisen bajo su cama)
La vida en la casa de Carlos y Sofía seguía su curso, aunque el ambiente estaba marcado por la ausencia de König, quien había decidido alistarse temporalmente en el ejército. La decisión de König fue aplaudida por su familia, pero su partida dejó un vacío en la vida de ___, quien sentía su ausencia con intensidad.
König había comenzado su servicio militar, enfrentándose a una realidad muy distinta a la que había conocido. A pesar de su impresionante estatura y su físico en excelente forma, se encontraba en un entorno que lo hacía sentir fuera de lugar. En el campo de entrenamiento, la mayoría de sus compañeros eran de estaturas más promedio, y König, con su altura de 1.95 metros, a menudo se sentía como un gigante desubicado en un mar de uniformes ajustados.
Desde el primer día, König notó que las miradas de sus compañeros eran mixtas. Algunos lo admiraban por su fuerza y su capacidad para cumplir con las exigencias físicas, mientras que otros lo miraban con recelo o simplemente lo ignoraban. Su altura, en lugar de ser un activo, a veces parecía ser un obstáculo en la dinámica del grupo. Las actividades grupales a menudo se volvían incómodas, y su presencia en los ejercicios a menudo causaba una especie de tensión no verbal.
—¡Vamos, König, muéstranos cómo lo haces! —se escuchó una vez durante una práctica, con un tono que combinaba admiración con un sutil desafío.
König se esforzaba por no dejar que los comentarios le afectaran. Sabía que su fuerza y habilidades eran superiores, pero a veces sentía que su tamaño lo hacía el blanco de bromas y exclusiones. En el campamento, el aislamiento que sentía le recordaba cuán diferente era su vida antes de su servicio.
A pesar de las dificultades, König se mantenía firme en su propósito. Se esforzaba al máximo en cada ejercicio y trataba de ignorar las miradas y comentarios que a veces lo hacían sentir incómodo. Sin embargo, la sensación de no encajar seguía presente. Durante los momentos de descanso, solía quedarse apartado, escribiendo cartas a ___ y pensando en su vida fuera del campo militar.
___, mientras tanto, mantenía una vida activa y ocupada en su rutina diaria. Se dedicaba a sus estudios y a sus pasatiempos, y aunque se mantenía ocupada, sentía un vacío en su vida sin König. Sus cartas eran una fuente de consuelo y esperanza. A menudo se encontraba en el parque, paseando con los perros, y pensaba en cómo sería el día en que König regresara y todo volviera a la normalidad.
Las cartas de König se llenaban de detalles sobre su vida en el ejército, pero a veces también reflejaban la frustración y la soledad que sentía. En una de sus cartas, escribió:
*“El entrenamiento aquí es extremadamente duro, pero eso ya lo esperaba. Lo que no esperaba era sentirme tan apartado. Mi altura parece ser un problema en lugar de una ventaja. Me esfuerzo al máximo, pero a veces siento que no encajo del todo. Sin embargo, el pensamiento de nuestro reencuentro me mantiene en marcha. Cada día es un día más cerca de volver a estar contigo.”*
Las palabras de König resonaban profundamente en ___, quien comprendía que su separación estaba afectando a ambos de maneras diferentes. Le enviaba cartas de aliento y compartía historias de su vida diaria, tratando de mantener una conexión sólida a pesar de la distancia.
La comunicación telefónica, aunque limitada, también era un punto de conexión. König solía llamar en sus ratos libres, a veces después de un agotador día de entrenamiento. Sus conversaciones eran breves, pero cargadas de significado.
—¿Cómo te va? —preguntaba ___ durante una llamada.
—Ha sido un día largo, pero estoy sobreviviendo. A veces me siento como si estuviera en medio de un grupo de extraños, pero trato de mantenerme enfocado en lo que realmente importa —respondía König.