HANNAH 🌻

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No podía creer lo que veían mis ojos. Hannah se quedó parada frente a mí. ¿Cómo se supone que dónde vivía? ¿Qué hace aquí? Esas preguntas me rondaban la mente. Fui capaz de sonreír a pesar de mi desconcierto.

—¿Tú eres Luna? ¿Puedo pasar? —preguntó Hannah.

Me quedé un par de segundos pensativa y finalmente asentí, invitándola a pasar. Pero cuando vi a Alan atrás de ella, quedó perpleja.

—¡Alan!—exclamó confundida.

Esperé a que Hannah entrara, y luego le indique que tomará asiento.

—Permíteme un momento.—sonreí.

Camine hacia Alan, a unos metros de distancia de la puerta.

—¿Podrías decirme qué haces aquí? Te dije que no estaba lista para hablar de Duskwood.—dije con seriedad.

Alan me miró.

—Perdón, lo sé. Pero ella me suplicó que la dejara hablar contigo, y si lo hiciera, ella daría su declaración. Pero quería hablar contigo primero.—dijo Alan.

Me rodeó los ojos con molestia. Estaba enfadada.

—Deberías haberme preguntado si quería hablar con ella. No puedo creer que me traicionaras de esta manera. Llevo semanas diciéndote que aún no estoy lista para nada que tenga que ver con Duskwood.—exclamé, llena de enojo.

—¡Perdóname, Luna! Fue un error, pero también aproveché que ella quería venir para que pudieran conocerse y que me dijeran tu declaración. —se disculpó Alan.

—¡Ahí vamos de nuevo, no estoy lista, pero si eso te hará que me dejes en paz, hablaré con Hannah y te entregaré mi declaración!—dije, mientras me preparaba para regresar a la casa. Cuando de pronto, la mano de Alan me tomó de la muñeca, deteniéndome.

—¡No te enojes! Tiene razón, soy un idiota. Debí haberte preguntado si querías verla. Lo estropeé. ¡Discúlpame, Luna! No quiero tu declaración aún, hasta que estés lista.—suplicó Alan.

Di un suspiro y lo miré fijamente.

—Ya estás aquí, te daré mi declaración. Pero esto será la última vez que hagas algo sin mi consentimiento, porque no tienes ningún derecho de hacerlo.—advertí.

—Sí, te lo prometo.—dijo Alan.

Lo invité a entrar, él me dijo que esperaría afuera y asentí. Regresé con Hannah y le ofrecí algo, pero ella se negó. Grabé las palabras de Cleo sobre Hannah, pero estaba seguro de que su presencia aquí no sería buena.

Me senté frente a ella y con seriedad le pregunté:

—¿De qué quieres hablar?

—Primero que nada, quiero agradecerte por ayudar a Jake a encontrarme. Sé que él lo hizo todo y tú te llevaste el crédito, porque él no está aquí.—expresó Hannah, con una expresión de inocencia.

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