ADVERTENCIA:
Contenido delicado, insinuaciones sexuales, traumas, etcétera
Si bien no hay nada explícito, este episodio no está recomendado para menores de edad o personas sensibles
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Grgh... D-dónde... ¿¡Dónde mierda estoy!?
¿Qué es lo último que recuerdo? Estaba... con Fallo, Pollo y Nova, en... ¿Dónde? Ah, sí. Una casa, con música y mucha gente. Y ahora estoy en... una casa diferente, toda de color blanco y con decoraciones extrañas. Hay un escritorio, un armario y la cama sobre la que estoy recostado. Me duele la cabeza. Hay una cajonera a ambos lados de la cama. Me duele mucho la cabeza. Hay un brebaje extraño en una taza sobre una de las cajoneras. Me duele demasiado la cabeza.
Doy un pequeño sorbo a la taza que está a mi lado; reconozco el sabor, es una infusión, como las que me daba mi madre cuando era pequeño. Extrañamente, el té ayuda a disminuir mi dolor de cabeza.
Aún así, ¿dónde estoy? No recuerdo muy bien la casa en la que estuve ayer, pero... No, esto no se parece en absoluto. Voy a investigar.
No parece que tenga señales de forcejeo, lo que significa que, o estaba tan dormido que no intenté luchar contra mi posible secuestrador, o que quien sea que me trajo aquí fue amable y respetuoso contra mi persona.
— Ventanas... Mierda, ¿Qué otra cosa me había dicho Sacri?
No hay ni una puta ventana. La única opción para salir es... Bueno, espero recordar cómo tumbar puertas.
Estoy solo en la habitación, excepto por un pequeño gatito, que brinca a la cama apenas nota que estoy despierto. Es peludo, con un pelaje negro y blanco. Él tampoco tiene señales de maltrato.
— ¿Quién te da de comer, gatito? ¿Conoces la salida? —por supuesto que me ignora. Tenía algo de esperanza.
Bueno, a lo que iba. Me acerco a la puerta lentamente, junto mi hombro al centro y... Oh, espera. El gatito quiere salir también. Y señala... ¿El pomo de la puerta? ¿Está abierta?
— Gracias, gatito —le acaricio las orejas como recompensa por su valiosa información, y sigo con mi tarea de escapar de este lugar.
El resto de la casa consiste en tres otras salas cerradas, una sala de estar y una cocina, todas decoradas de una forma muy parecida a la habitación donde desperté, y todas aparentemente vacías... excepto la cocina, donde estoy seguro que ví a alguien moverse. Lo peor es que la cocina tiene justo una vista periférica hasta la salida, gracias a un par de paneles de vidrio. Mierda.
Puedo manejar a una persona, ¡es sólo dejarla inconsciente! Okey, en uno... dos... ¡Tres!
Sujeto al desconocido por el cuello, asegurándome de mantener sus dos brazos detrás de su espalda. Su piel es extrañamente suave, pero eso no debería importarme ahora mismo.
— M-ma... g-gma... —susurra entrecortadamente. ¿Soy yo, o acaba de decir mi nombre?
Echo un mejor vistazo a mi captor. Tiene desordenado cabello castaño oscuro, piel tersa y blanca como la porcelana, y un par de ojos...
— ¿Fallo? —suelto a esta persona inmediatamente. Una vez que recupera el aliento, se apresura a asentir— ¡Fallo! Mierda, lo siento tanto... ¿Estás bien? Yo... P-pensé que me habían... Fallo, lamento muchísimo todo esto, en serio.
— No... No hay problema —él intenta tranquilizarme, mientras se rodea el cuello con una mano—. Eres muy sigiloso para ser tan grande. Además, también es mi culpa por no dejarte una notita ni nada.
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Deals ||Magllo
Fiksi PenggemarMagma y Fallo tienen un trato: compañía a cambio de seguridad. Ambos están enamorados del otro. Ninguno de los dos lo sabe, entonces hacen estupideces para capturar la atención del contrario. ∆ No te tomes nada en serio, esto está hecho por mero en...