One piece: un mundo en el que lo anormal es normal y lo inesperado es lo esperado.
Ella no proviene de ese mundo. En su mundo, su situación habría sido denominada 'esquizofrenia'. Ahí, simplemente le llaman 'reencarnación'.
Como cualquier otro fan...
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"¡Tienes que ocultar tus ojos, Isis!"
La chica se levanta, sobresaltada, despertando a Andrea y a Turmois, que dormían plácidamente aferrados a ella. Andrea se talla los ojos, confundida. Turmois, en cambio, no pierde el tiempo. Apoya su mano sobre el brazo de la albina, que respira agitadamente, mientras la mira con preocupación.
"¿Isis?" Inquiere la voz de Koala, su compañera de cuarto, a quien también ha despertado. "¿Pasa algo?" Andrea mira también a la reencarnada con preocupación. La pelirroja enciende la luz, puesto que estaban todos despiertos. Todos observan a la de ojos violetas, expectantes.
"¡Claro! ¡Ya lo tengo!" Se levanta como un resorte y sale de la habitación sin molestarse en ser discreta. Corre por el pasillo descalza, vestida solo con un camisón que le regaló Koala el día que llegó a ese mundo hace, exactamente, un año. Ni siquiera oculta sus cicatrices bajo unas vendas como hace normalmente.
Irrumpe en la habitación de su líder como un torbellino, consiguiendo despertarlo. Cómo Dragon es un tío preparado para todas las situaciones, se levanta incluso más rápido que ella y adopta una posición de defensa perfecta. Cuando reconoce a la albina, frunce el ceño, trastocado, y baja la guardia.
"¿Qué pasa?" Cuestiona genuinamente molesto. Koala y los niños aparecen a sus espaldas, preocupados. Las expresiones de esos tres y la de la albina contrastan a la perfección, pues ella tiene en su rostro dibujada una sonrisa que podría contagiar hasta a la persona más triste del mundo.
"¡Yenna es la verdadera propietaria!" Exclama. "¡Eso era el sueño!" Dragon parece entender aquellas palabras que solo consiguen confundir más a los demás. Las luces del pasillo se encienden y todos salen de sus habitaciones, preocupados, y observando el pasillo desorientados, buscando alguna señal de que algo iba mal. No la encontraron. Al contrario, Dragon lucía una sonrisa que nunca habían visto ni imaginado en alguien como él, mientras la albina daba saltitos emocionada.
"¿Qué está pasando?" Inquiere el rubio, acercándose a Koala tallándose los ojos. La chica pelirroja se baja su sombrero de dormir, tímida, mientras se encoge de hombros.
"No lo sé, se ha despertado y ha salido disparada a despertar a Dragon-san." Sabo observa a los niños, que siempre parecen leerle la mente a la reencarnada desde la mañana que arreglaron cuentas, pero estos parecen tener más bien poca idea de lo que sucede.
"Ha dicho algo de que 'lo tiene'." Sabo frunce el ceño, con más preguntas que respuestas.
"¡Por fin!" Exclama la albina, ajena a la molestia de los recién despertados. Dragon carraspea al ver que tienen público, volviendo a su expresión habitual, y apoyando su mano en el hombro de la albina.
"Isis llevaba un año soñando algo importante que no conseguía recordar." Isis observa a todos sus compañeros, sintiendo una repentina culpa por haber disturbado su sueño. Poniendo su mejor mueca de lástima, se lleva la mano a la nuca.
