parte 25

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*Una sonrisa traviesa apareció en los labios de Min. Cerró la puerta tras de sí y se volvió hacia Jimin, aún sosteniendo su mano. Dio un paso hacia adelante, acorralando a Jimin contra la puerta y se inclinó un poco hacia él*

Soy atrevido, pero tú eres provocativo, huh?

No voy a negarlo~

*El oficial se rio suavemente, aún con una sonrisa traviesa en su rostro. Se inclinó un poco más hacia Jimin, acorralándolo aún más contra la puerta. Su mano libre se deslizó por la cintura de Jimin, manteniendo un agarre firme en él*

Esta bien...me agrada ese toque travieso tuyo, es muy tentador~

*A medida que el oficial se le acercaba más, sus rostros estaban ahora apenas a unos centímetros de distancia. Su mirada aún estaba enfocada en los ojos de Jimin, y su aliento caliente acariciaba ligeramente su rostro*

Eres una tentación andante, ¿lo sabías?

*Jimin podía sentir cómo el corazón le latía con fuerza en el pecho al estar tan cerca del oficial. Su rostro estaba ligeramente sonrojado, pero todavía mantenía la mirada sin pestañear y la sonrisa traviesa en sus labios*

Lo sabía, pero no creía que fuera una tentación para un oficial de policía...

*El oficial soltó una suave risa antes de acercarse aún más, prácticamente acorralando a Jimin contra la puerta. Su mano deslizó en su cintura, y su agarre se volvió ligeramente más firme. Enseguida, se inclinó aún más, su rostro estaba ahora peligrosamente cerca de Jimin*

Oh, créeme, estás muy equivocado. Eres un completo y total tentación para mí~

*Jimin pudo sentir el corazón a punto de salírsele del pecho mientras el oficial se le acercaba. Sus respiraciones se aceleraron ligeramente, y aún con la sonrisa traviesa en los labios, sintió como una ola de excitación lo recorría.*

Y qué tan tentado te hago sentir exactamente, oficial?~

*Su espalda estaba contra la puerta, y el rostro de oficial estaba a centímetros de distancia, con los labios prácticamente a un suspiro de distancia.*

Más que tentado, desesperado. Eres una completa tentación, Jimin... y estoy luchando con todas mis fuerzas por contenerme~

Entonces...no te contengas~

*El impulso de oficial se tambaleó por un momento al escuchar esas palabras. Su mirada oscura y llena de deseo se agudizó aún más mientras miraba a Jimin. Con una sonrisa traviesa, murmuró suavemente*

Estás jugando con fuego, Park. Si me dejas libre...no podré parar.

Y...si no quiero que pares?

*El oficial soltó una suave risa oscura antes de acortar la distancia. Sus labios ahora estaban a centímetros de los de Jimin, su voz era un susurro lleno de deseo y desesperación*

Si no quieres que pare... entonces déjame tenerte hoy

Soy todo tuyo~

*Las palabras de Jimin fueron como una señal para el oficial. Su autocontrol se rompió en ese momento, y se dejó llevar por el deseo y la tentación. Con un suspiro lleno de emoción, capturó sus labios en un beso apasionado y desesperado
El beso era un completo caos de lenguas y dientes. Las manos del oficial se enredaron en el pelo de Yoongi, manteniendo la cabeza en su lugar mientras este lo acorralaba contra la puerta. Sus cuerpos estaban pegados, mientras Yoon presionaba su cintura y acariciando la suave piel de su cadera con los dedos
Jimin estaba completamente atrapado por el beso, completamente abrumado por la desesperación y el deseo en el que lo sometía el oficial. Su cabeza ya no le daba respuesta y se dejaba llevar por las sensaciones en que se encontraba, entregando todo control y voluntad a manos del Yoongi. Sus propias manos se aferraban el cuello del uniforme, atrayéndolo más hacia él mientras respondía al beso con igual desesperación.
El oficial rompió el beso solo por unos segundos para recuperar el aliento, antes de volver a adueñarse de los labios de Jimin una vez más, y esta vez, con aún más deseo y desesperación. Su mano ya se había deslizado por debajo de la camisa de Jimin, acariciando la piel desnuda de su abdomen
El beso se volvió aún más apasionado y desesperado. El oficial no cesó en las caricias en el abdomen de Jimin, y también aumentó el roce de su pelvis contra la suya, demostrando cuánto efecto le estaba causando. Después de unos segundos, rompió el beso por un momento, su respiración era desigual mientras lo miraba con deseo y desesperación llena en los ojos*

PACIENTE 666Donde viven las historias. Descúbrelo ahora