capítulo cuatro

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El Señor de la Casa Baelish saludó a su padre, Aeron se quedó parado detrás de él esperando que lo presentara como su hijo y sucesor, pero aquello no sucedió. Su padre continuó conversando sobre otros asuntos con el otro hombre, y decidió ignorar a su propia familia.

Aeron estaba más que sorprendido, se encontraba decepcionado de sí mismo. Seguramente su padre tenía un buen motivo para no presentar públicamente a su futuro heredero, lo más probable es que Aeron haya cometido algún error que no había notado por su egoísmo, por lo que su padre estaba en todo su derecho al no nombrarlo su heredero frente a todos.

Ashton tomó su mano y lo llevó hacia una esquina de la habitación, los mellizos los siguieron.

— No te preocupes, tal vez más tarde nos presente —intentó consolarlo Ashton en un susurro. Los padres del joven se encontraban conversando con otras personas y también se habían alejado, por lo que los menores de la familia se habían quedado solos en aquella reunión.

— ¿Podemos irnos? Estoy cansado —dijo Lian luego de un rato. El menor tomó la mano de su hermano mayor en busca de atención, e intentó poner sus mejores ojos de cachorro.

Aeron miraba fijamente el suelo, tenía tantas ganas de salir corriendo de allí, solo deseaba esconderse en algún lugar donde estuviera alejado de todo el mundo. Ashton estaba tomando vino de más, y Lia no paraba de comer todo lo que sus pequeñas manos podían agarrar.

De repente, Ashton se tensó y tocó el hombro de Aeron, este levantó la cabeza confundido y observó a su primo. Ashton simplemente señaló de forma disimulada hacia otra de las esquinas de la habitación. Aeron enfocó su atención en lo que le estaban señalando y casi al instante se encontró con un par de ojos que lo observaban fijamente hacía rato.

— No los había notado por la cantidad de gente que hay. Los malditos Blackwood están aquí —dijo furioso Ashton en el oído de Aeron.

— No busques problemas Ashton, ¡y deja de beber! —advirtió Aeron mientras aún sostenía la mirada penetrante del joven al otro lado de la habitación.

Sus miradas estuvieron conectadas por unos segundos más, pero Aeron rompió el contacto repentinamente y le dió la espalda a Davos para conversar con su primo.

— ¿Sabes quién es él? —preguntó Aeron. Era consciente de que aquel joven tenía un rol importante dentro de su familia, lo había notado desde la primera vez que se conocieron, pero no podía adivinar quién era.

— Davos Blackwood, un imbécil que golpeó a mi amigo en el rostro hace una semana —respondió aún más enojado Ashton.

— Ya veo... ¿es un caballero? —preguntó con tono cuidadoso Aeron.

— No, es el futuro heredero de la Casa Blackwood —.

Aeron abrió sus ojos sorprendido, mierda, la había cagado. No sólo había insultado a Davos, sino que lo había golpeado en la zona más preciada de todo hombre.

Como futuro heredero, Aeron quería desarrollar una buena relación con los Blackwood e intentar hacer las paces, al menos crear alguna alianza o tratado comercial, pero ahora estaba más que seguro de que aquello sería imposible. Ambos se odiaban a muerte y apenas podían intercambiar cinco palabras sin recurrir a la violencia.

— No estaba enterado de eso —susurró Aeron. — ¿Ya lo anunciaron públicamente? —.

— Si, su padre dejó que la noticia corriera hace meses —.

Aeron asintió, ¡genial! ahora se sentía aún peor. Aquel imbécil había sido nombrado como el futuro sucesor de su casa incluso antes que él. Aeron era consciente de que era la vergüenza de su familia y su gente, pero ahora estaba más que claro.

cuando llegue la primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora