capítulo siete

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Los sirvientes llegaron corriendo y se llevaron al padre de Aeron a su habitación, era necesario que los médicos observaran sus síntomas para analizar el estado de su salud.

— ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Papá está bien? —le preguntó preocupado Aeron a uno de los doctores que se encontraba atendiendo a su padre. 

— El Señor enfermó a inicios del invierno, pero lo mantuvo en secreto porque no quería que su familia se preocupara. Todos pensamos que iba a mejorar rápidamente, pero han pasado los meses y aún continúa enfermo... y no da señales de estar mejorando —respondió el doctor.

Aeron se quedó congelado, su sangre se helo y sintió su mundo entero derrumbarse en aquel instante. No, su padre no podía morir, aún no era el momento. No los podía abandonar, ¿qué haría con sus hermanos? ¿qué haría él sin la guía de su padre?

— Por favor, ayudenlo. Él no puede morir —susurró Aeron mientras las lágrimas recorrían su rostro.

— Haremos todo lo que esté a nuestro alcance —respondió el doctor. — Ahora mismo su padre necesita descansar, esperaremos a que la fiebre baje para ver qué es lo que está fallando en su cuerpo e intentar solucionarlo —.

Aquella noche, Aeron apenas pudo descansar. Sus hermanos no entendían qué era lo que estaba sucediendo y por qué su padre no se había presentado a cenar. Aeron no pudo darles una respuesta concreta. No podía decirles que la vida de su padre colgaba de un hilo. No deseaba ver tristes a las personas que más amaba en el mundo, detestaba cuando sus hermanos lloraban y no quería que ellos pasaran por lo mismo que pasó él cuando su madre falleció.

Más tarde en la noche, Ashton fue a visitarlo a su habitación y conversaron un poco.

— Mañana vendrá toda la familia a visitarlo —dijo Ashton con tono bajo.

— Ustedes creen que papá morirá —afirmó Aeron con lágrimas en sus ojos, su rostro estaba hinchado de tanto llorar.

— Es cuestión de tiempo, Aeron —.

Aeron tapó su rostro con sus delgadas manos y comenzó a llorar nuevamente. Ashton se sentó a su lado en la cama y lo abrazó.

— Todos sabíamos que esto iba a suceder en algún momento. Tú eres el próximo en la línea de sucesión, toda la familia está de acuerdo con eso y te brindaremos nuestro apoyo —dijo su primo con voz baja mientras acariciaba la espalda de Aeron.

Ambos se conocían desde que eran pequeños, tenían la misma edad y por lo tanto se habían criado juntos. Ashton no tenía hermanos, pero siempre vió a Aeron como un hermano mayor y le tenía un gran aprecio. Aeron sabía que podía contar con su primo para lo que fuera, y las pocas veces que necesitó desahogarse o hablar con alguien, siempre recurrió a él.

— Tengo miedo —susurró Aeron.

— Todo saldrá bien. No te preocupes —.

— Ashton —.

— ¿Si? —.

— No creo ser lo suficientemente bueno para ocupar el lugar de papá —confesó Aeron y abrazó aún más fuerte a su primo.

— Todos los Señores han dudado de sus capacidades en algún momento. Seguramente tu padre también tuvo inseguridades alguna vez —respondió Ashton.

— Él nunca creyó que yo fuera capaz de cumplir con su rol —dijo Aeron mientras las lágrimas continuaban cayendo y mojaban el hombro de Ashton.

— Toda la familia cree que eres capaz, y el pueblo también lo creerá cuando te vean cumplir con  tus deberes de forma eficaz. Eres y serás mejor persona que tu padre, Aeron. Nunca olvides eso —habló Ashton en un susurro.

cuando llegue la primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora