Ya no quiero esforzarme

Cap 11: El capullo se une a sí mismo.

Lu Ji: "..."

Era casi la hora, y probablemente el equipo de producción tendría otra tarea pronto, así que Lu Ji y Zhou Chenxi caminaron de regreso juntos.

En el camino, se encontraron con varios aldeanos entusiastas que los saludaron. Zhou Chenxi se dio cuenta de que Lu Ji ya había corrido varias vueltas alrededor de la aldea.

La pequeña aldea no era grande, todos se conocían entre sí, y había varios huéspedes que se habían alojado en la posada el día anterior. En solo un día, se habían familiarizado con la mayoría de la gente del pueblo, lo cual era realmente maravilloso.

Los dos regresaron a la posada, y efectivamente, los demás ya se habían levantado. El Rey del Cine Ren parecía todavía adormilado, como si lo hubieran arrastrado de la cama, mientras que Shao Yunyi estaba bien e incluso ya se había maquillado.

Zhuang Jingle entró con una tarjeta de tareas y dijo: "¡Queridas Carpas, tenemos una nueva tarea! Está a punto de llover, por favor, todos vayan al taller de teñido para ayudar a los aldeanos a recoger los textiles que están secando fuera, y de paso, ¡recojan a los niños de la escuela primaria de la aldea antigua en el camino de montaña para que vuelvan a casa!"

Shao Yunyi se burló de él riendo: "Zhuang Jingle, ¿ya te has rendido?"

Zhuang Jingle intentó leer algunas veces más y se rindió: "Lo siento, como persona de una provincia con un fuerte acento, ya estoy desesperado".

Afortunadamente, Zhuang Jingle no era un presentador profesional y no seguiría esta línea de trabajo en el futuro, así que todos lo perdonaron rápidamente y se dirigieron juntos al taller de teñido.

El taller de teñido estaba en el lado este de la pequeña aldea. Debido a su ubicación geográfica, la gente siempre había sido autosuficiente. Parte de la tela del taller de teñido era para que los aldeanos hicieran su propia ropa, y otra parte se llevaba al pueblo para venderla a los compradores de tela.

Mientras caminaban, escuchaban a Zhuang Jingle explicar, con el sol abrasador sobre sus cabezas haciéndoles sudar profusamente, sin ningún indicio de lluvia a la vista.

Después de un rato, un miembro del equipo de producción se acercó y susurró a Lu Ji: "Señor Lu, su teléfono".

Como CEO ocupado, Lu Ji no podía estar completamente desconectado del mundo exterior, así que el equipo de producción tenía a alguien específicamente encargado de cuidar su teléfono y avisarle cuando recibía una llamada.

Lu Ji se apartó a un lado, vio que era Lin Yujiao y contestó directamente, evitando las cámaras: "¿Hola, mamá?"

"An An, ¿cómo lo estás pasando allí? ¿Te estás divirtiendo?", sonó la voz sonriente de Lin Yujiao.

Lu Ji también sonrió: "Está bien".

"Lo sabía, necesitabas relajarte. Pero vi que el asistente de Yunyi publicó ayer en sus redes sociales que estaban recogiendo raíces de loto en un estanque. Vi que ese estanque estaba tan sucio que ni siquiera se podía poner un pie. ¿Estás bien? ¿Era limpia esa agua? ¿Te desinfectaste cuando volviste?"

"El estanque necesita lodo para que crezcan los lotos...", explicó Lu Ji con resignación. "No me pasó nada, ni siquiera entré ayer. No te preocupes".

"¿Cómo no voy a preocuparme?", dijo Lin Yujiao. "Recuerda decirle a Zhufang que estás allí de vacaciones, no dejes que te hagan hacer todas esas cosas raras que te cansen".

Lu Ji simplemente respondió con un "mm" y miró hacia atrás para ver que los demás ya se habían alejado: "Mamá, tengo que colgar, hay cosas que hacer".