Ya no quiero esforzarme

Cap 13: Hay más en la vida de lo que parece

Lu Ji pidió los números de teléfono de los responsables pertinentes y encargó a su asistente que se ocupara del proyecto de cooperación para la producción y venta de frutas con el pueblo. Después de preguntar al director si no había nada más que hacer, se llevó a Zhou Chenxi de vuelta a la posada.

La lluvia era tan fuerte que los impermeables desechables ya no podían protegerlos, así que Lu Ji simplemente abrió un paraguas y lo compartió con Zhou Chenxi para regresar a la posada.

Necesitaban dejar los paraguas extra para otras personas, por lo que Lu Ji no tomó más. Compartir un paraguas entre dos hombres ya era bastante apretado. Cuando llegaron a la entrada de la posada, Zhou Chenxi se dio cuenta de que él apenas se había mojado, mientras que el hombro del lado opuesto de Lu Ji estaba completamente empapado.

Zhou Chenxi sentía emociones encontradas.

Recordó las redacciones que escribía cuando era niño.

Cuando sus padres, abuelos, maestros u otros adultos lo acompañaban a casa, siempre dejaban desinteresadamente medio hombro fuera del paraguas.

De repente, Zhou Chenxi sintió que la mirada de Lu Ji hacia él se había vuelto afectuosa.

¡Realmente había alguien que parecía salido de una redacción de primaria!

No, no podía ser.

Zhou Chenxi sacudió la cabeza.

¡Definitivamente no podía cambiar tan fácilmente la imagen que tenía de Lu Ji en su mente!

Pronto Zhou Chenxi no tuvo tiempo de pensar en nada más, porque al llegar a la posada le subió la fiebre.

Pensó que bastaría con tomar un sobre de medicina para el resfriado al regresar, pero después de tomar la medicina y acostarse un rato en la habitación, Zhou Chenxi comenzó a sentirse débil en todo el cuerpo, como si estuviera flotando en el mar.

Afuera seguía lloviendo, con un sonido de "plic, plac", y aparte de eso no podía oír nada más.

"Sí, es aquí. Gracias por su ayuda."

En medio de la confusión, Zhou Chenxi escuchó una voz grave en la puerta, y luego la puerta se abrió y dos personas entraron una tras otra.

Lu Ji se detuvo en la puerta y le dijo al médico: "Parece que se ha resfriado por la lluvia. Al principio no parecía tan grave, pero se puso así cuando regresamos de la oficina del pueblo."

El tono de Lu Ji mostraba algo de remordimiento.

El médico preguntó: "¿Ha tomado alguna medicina?"

Lu Ji: "Tomó un sobre de medicina para el resfriado."

El médico se acercó, escuchó los latidos del corazón de Zhou Chenxi y le tomó la temperatura: "37.5 grados, es una fiebre baja. Le recetaré algunos medicamentos. Si la fiebre aumenta más tarde, tendrá que ir al hospital."

Lu Ji respondió cortésmente: "Muchas gracias."

El médico había sido llamado desde la clínica del pueblo, ya que casualmente tenía que hacer una visita en la zona.

Lu Ji dijo: "Llamaré a un coche para llevarlo de vuelta."

"No es necesario," dijo el médico, "todavía tengo que visitar a algunas familias más. Si necesitan algo, pueden llamarme."

Él ya había oído que se trataba del equipo de producción de un programa de variedades que había venido a filmar en el pueblo antiguo. Le dijo a Lu Ji: "He oído que hoy subieron a la montaña a recoger a los niños. Por favor, ayúdenos a promocionar nuestro pueblo Xiaowu. Es un buen lugar para visitar."