Como un pétalo de rosa, en la brisa que se agita,
el amor se marchita, efímero, fugaz.
Un instante de colores, que el viento se lleva,
dejando solo un vacío, y el eco de la paz.Un fuego que arde fuerte, pero se apaga con la lluvia,
dejando solo ceniza, y un corazón que se arruina.
Un canto de esperanza, que la noche silencia,
un sueño que se esfuma, sin dejar reminiscencia.Un beso que se desvanece, como el rocío en el alba,
un abrazo que se rompe, y solo queda el alba.
Un juramento que se quiebra, ante la cruel realidad,
un amor que se desgarra, sin dejar posibilidad.El tiempo, implacable juez, marca su sentencia fatal,
en un corazón que late, sin poder rebatir.
Y el amor, como una estrella fugaz, se extingue en la noche,
dejando solo un recuerdo, y un dolor que nos conmociona.Pero aún en la ceniza, la memoria permanece,
una huella de lo vivido, que en el alma se reconoce.
Y aunque el amor se esfume, y el dolor nos atrape,
la vida sigue adelante, con nuevas oportunidades.