Los días siguientes a su confesión en la quebrada de Chacaito transbordaban de una felicidad inesperada para Helena y Anyel. Se entregaban a su amor con la pasión de quienes han encontrado un oasis de calma en medio de su dolor. Cada momento juntos era una aventura, una exploración para sus cuerpos y almas.
Las tardes en el ADI se convirtieron en su refugio, un lugar mágico donde podían dejar atrás las preocupaciones y molestias, donde solo existían ellos dos. Se perdían en largas conversaciones, compartiendo sus sueños más profundos y sus miedos más antiguos.
Una día, mientras conversaban en el ADI, Anyel fue llamado por el 1er Teniente para indicarle una información. La noticia lo golpeó como un rayo:sería enviado de comisión durante 50 días. Su corazón se llenó de tristeza al pensar en la distancia que lo separaría de Helena.
Con la voz temblorosa, le comunicó la noticia a Helena. "Temo que tengo que irme de servicio", le dijo, dando un suspiro. "Durante 50 días".
Helena lo miró con los ojos llenos de preocupación, pero enseguida se recompuso y le brindó un abrazo lleno de cariño. "Descuida, te esperaré, Anyel. No hay problema", le dijo con una voz firme que transmitía seguridad.
En ese momento, se inclinó y le dio un beso a Anyel con una intensidad que lo ayudó a tranquilizarse. Sabía que ella lo amaba y que lo esperaría con ansias.
De repente, Helena se separó del beso y lo miró a los ojos con determinación. "Estoy segura de que estarás bien", le afirmó con voz firme y tierna.
Anyel la miró con la misma determinación. "Estoy seguro, Helena", respondió.
Esa misma tarde, mientras que Anyel, Helena Y Soler hablaban y reían en el comedor del ADI. De repente Soler fue solicitado en la cocina, a espera de que Soler no regresaba, Anyel y Helena con su habitual carisma y alegría, decidieron salir del comedor encontrándose con Leirbag.
Decidiendo unirse a el, creando un pequeño grupo de conversación al lado de la puerta de la cuadra masculina. De repente, su mirada se cruzó con la de Leirbag, un nuevo joven que le llamaba la atención por su aire misterioso y su seriedad enigmática.
Con un gesto travieso, Helena se acercó a Leirbag y le preguntó con voz pícara. "dime un numero" Leirbag la miró con una mezcla de sorpresa y diversión. "Está bien", respondió con un tono de voz bajo y ronco. "Siete." ganándose una ronda de cosquillas en las costillas.
como resultado, Leirbag sin inmutarse pero divirtiendo a Helena. después de tal acto Leirbag decide fumar un rato antes de cenar, de repente un cigarrillo se le cae a Leirbag al suelo. Helena, con su amabilidad natural, se agachó junto a el para recogerlo y finalmente siendo devuelto por ella con una sonrisa. En ese gesto simple, se percibió una conexión especial entre ellos, una chispa de atracción que no podía ignorarse.
Más tarde, durante la cena, Helena se encontró sentada en la mesa junto a Leirbag. La conversación fluyó de manera natural, entre risas y confidencias. Helena sin dejar de ver esos ojos que la hipnotizaban.
pues le daba a entender que era mas de lo aparentaba, y ella estaba dispuesta y ansiosa por ver su verdadera personalidad. la cual yacía oculta bajo aquel manto que rara vez quitaba pues ella podía ver que en la forma en que el sonreír no era la verdadera sino una fachada de la misma.
Y así, al día siguiente bajo la cálida luz del sol, Anyel y Helena se entregaron por completo a la confianza que su amor les proporcionaba. Sabían que la distancia sería un desafío, pero también una prueba de la fortaleza de su amor. La llama que los unía era más fuerte que cualquier obstáculo, y estaban dispuestos a esperar el tiempo que fuera necesario para volver a estar juntos.
La despedida fue difícil, llena de promesas. dándose un ultimo abraso antes de despedirse. Anyel partió con el corazón lleno de amor y la esperanza de un pronto reencuentro, mientras que Helena lo veía irse.
Continuará... ✨
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Entre Balas y Besos: El Vínculo Roto
RomanceHelena Peña, una joven extrovertida y creativa, se une a la Milicia de Chacao. Su rutina diaria en la UNEFA se ve alterada por un lugar especial: el sótano, donde los alistados comparten almuerzos. Allí, Helena conoce a Soler Roberto, un compañero c...