Mi Alfa (Sasusaku)

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Había pasado cuatro días desde lo ocurrido en la aldea y la tregua entre los cazadores y lobos.

Sasuke se estaba comportando últimamente más protector con Sakura, ya que no tardó en sentir un nuevo olor de ella, el cual estaba combinado con el suyo.

Quisieron salir de sus dudas, así que ella decidió hacerse una prueba de embarazo.

La cual salió positiva.

Eso los emociono a ambos, pero también los preocupó.

Sasuke sabia que sus enemigos aprovecharían cualquier oportunidad, que se le presentes para lastimar a su familia, cosa que no iba a permitir.

Si tuviera que elegir entre salvar a su familia y entregar sus tierras, la repuesta es más que obvia.

Un Uchiha, jamás se rinde ante nadie, y aquella persona que se atreva a lastimar o siquiera tocar un solo cabello a su mujer y su cachorro, lo haria sufrir por el resto de su maldita vida.

Nada es más valioso para Sasuke que su mujer e hijo.

Sakura estaba siendo cuidada por las mujeres, las cuales no tardaron en hacerle un poco de compañía, todos se alegraron al saber que la mujer del Alfa iba a tener un bebé.

Ahora entendían el porque su líder, se negaba a estar tanto lejos de su mujer.

- Karin, ¿Sabes a dónde está Sasuke?- pregunto Sakura mirando a la pelirroja.

- por lo que se, el señor Sasuke está en una reunión, mi señora- contesto a lo que Sakura sonrió.

- en ese caso, necesito que me acompañes aun lugar.

- ¿Eh?, ¿A donde mi señora?.

- por favor Karin, no me digas señora, solo dime Sakura.

- eso sería una falta de respeto de mi parte si...

- por favor- pidió cual niña pequeña.

A lo que Karin sonrió, no tenía dudas de que Sakura era una mujer, amable y con buenos sentimientos, que trata a toda por igual y sobre todo con respeto.

Era una mujer digna de admiración.

- de acuerdo, señori... Digo Sakura, ¿A donde quiere que la acompañe?- pregunto acomodándose los lentes- recuerde que Sasuke me pidió no dejarla ir hacia el bosque.

- lo sé, pero no vamos hacia bosque, quiero prepararle algunos bocadillos a mi esposo y a los ancianos- comento con una tímida sonrisa- de seguro deben de estar agotados por estar horas, hablando y haciendo estrategias para intentar atrapar a los intrusos.

- ¿Que tienes pesando hacerles?, Si quiere le puedo pedir a las chicas para que nos ayuden.

- excelente idea, también dile algunas que vayan a recolectar manzanas- pidió a lo que Karin asintió con la cabeza.

Para luego empezar a obedecer las órdenes de la pelirrosa, no sin antes haberla dejado en su cabaña, con la atenta vigilancia y protección de uno de los hombres, que Sasuke había mandado en secreto.

Para que cuidara de su esposa.

Así pasaron las horas, y Sakura justo a las demás mujeres, empezaron hacer unos cuantos bocadillos y té verde, para entregárselo a los hombres.

A todos le conmovía lo atenta que es Sakura con su esposo.

- recuerda ni hacer tanto esfuerzo mi señora, por su situación- pidió una de las mujeres preocupada.

- gracias por preocuparte por mí Temari- comento ella terminando de servir el té verde- bien, terminamos, ayúdenme a llevarle esto a los chicos por favor.