Amárrame. (+18)

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Charoen

Mi esposa se encontraba mordiendo sus uñas con nerviosismo, me imagino que la incomodaba no poder ver lo que haría con ella.

Así que sonreí divertida y me acerqué a sus labios, comencé a mordisquearlos y ella soltó un quejido, inmediatamente hundí mi lengua en su boca.

Esperé una batalla de lenguas pero solo era ella cediendo a lo que yo estuviera dispuesta, así que continué.

Mis manos subieron a sus pechos y comencé a jugar sus pezones con ayuda de mis pulgares mientras seguía besándola. Sus gemidos se volvieron más constantes pero eran callados por mi boca.

-Princesa... -dijo cuando nos separamos para tomar aire-

-¿Mm? -pregunté viéndola con, seguramente, una mirada lujuriosa-

-¿Estás jugando conmigo o si vas a hacer algo? Porque te juro que mi mano está cansada de hacer tu trabajo. -dijo inocente-

-¿Eh? -elevé una ceja-

-Uhm -asintió- Me haz descuidado con esto de la boda.

-¿Y no se te ocurre que tú haz sido la que me descuida? -Dije con molestia-

-¿Es eso así? -preguntó vacilante-

-Lo es. -afirmé- te he extrañado.

-Entonces muéstrame lo que haz hecho en mi ausencia. -sonrió de lado-

-me atraganté con mi saliva- O sea, quieres que....

-Sip. Ya veremos mi mano y yo si queremos hacer nuestro trabajo. Impresiónanos. -Dijo confiada-

Mira nada más, eso de dominar no te salió muy bien.
Cállate.

-Bien por mi. -traté de sonar lo más segura que pude-

Me coloqué mejor sobre Alpha y comencé a moverme un poco sobre ella mientras soltaba gemidos (realmente exagerados) en su oreja.
Ella mordió su labio sin ningún disimulo y trató de tocarme, pero obviamente no pudo gracias a que estaba amarrada.

Me reí sarcástica.

-¿Te estás burlando de mí, Charoen? -dijo indignada-

-Sí, Alpha. ¿Algún problema? -susurré sobre sus labios tomando su mandíbula-

-Tragó pesado y negó con la cabeza- No, mi vida.

-Eso creí. -la solté-

Pasaron unos segundos.

-¿Sabes? Creo que encontré una mejor forma de torturarte.

-¿Ah, sí? ¿torturarme? -habló burlona-

-¿No me crees capaz?

-Se encogió de hombros a como pudo- No te tengo miedo.

-Ok. -dije seca-

Me coloqué en posición y ella tronaba sus dedos. Rodé los ojos porque era evidente que estaba nerviosa, pero siempre quería llevarme la contraria por alguna estúpida razón.

Me acosté exactamente frente a ella y me apoyé de mis antebrazos sobre la cama. Coloqué un par de almohadas para sostener mi espalda y abrí mis piernas.
Cuando estuve segura, quité la venda de sus ojos.

Alpha los abrió lo más que pudo, tragó saliva e intentó mover sus manos. Quiso desatarse con algo de brusquedad y no pudo.

-¿Por qué me haces esto? -Se quejó sonoramente- se suponía que me amabas... -exageró-

My life began when I met you (23.5 tomo 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora