IVE Yujin x Male!Reader
Angst
[...]
Querido T/N,
Han pasado tantas noches desde que te fuiste, y cada una de ellas ha sido un recordatorio constante de tu ausencia. Me siento tan perdida sin ti, como un barco a la deriva en un mar tormentoso. No sé cómo he logrado llegar hasta aquí sin tu risa para iluminar mis días ni tus abrazos para consolarme en mis momentos de debilidad.
Desde el momento en que nuestras vidas se separaron de manera tan brusca, he intentado encontrar una manera de seguir adelante. No puedo mentirte, ha sido un camino difícil. Hay días en los que me levanto y, por un instante fugaz, olvido que ya no estás aquí. Es en esos momentos cuando el dolor regresa con toda su fuerza, aplastando cualquier esperanza de normalidad que pudiera haber sentido.
Recuerdo la primera vez que nos vimos, como si hubiera sido ayer. Estabas en el parque, sentado en una banca, leyendo un libro. Te veías tan absorto en tu lectura que no pude evitar fijarme en ti. Era como si el mundo entero desapareciera cuando estabas sumergido en esas páginas. Me acerqué tímidamente y, con una sonrisa nerviosa, te pregunté sobre el libro que estabas leyendo. Así empezó todo, con una simple conversación que se convirtió en una conexión profunda e inquebrantable.
Nuestro amor creció rápidamente, como una flor que florece en primavera. Cada momento contigo era mágico. Recuerdo nuestras largas caminatas por el parque, cuando hablábamos de todo y de nada al mismo tiempo. Me encantaba escuchar tus pensamientos y perderme en tus ojos. Eras mi confidente, mi apoyo, mi todo. Cada risa compartida, cada lágrima derramada, cada beso robado, todo sigue vivo en mi memoria, como si esos momentos fueran solo ayer.
Hace poco, encontré el viejo álbum de fotos que hicimos juntos. Pasé horas revisándolo, recordando cada instante que capturamos. Ahí estabas tú, sonriendo junto a mí, en nuestras aventuras y travesuras. La foto de nuestro primer viaje juntos a la playa sigue siendo mi favorita. Recuerdo cómo me tomaste de la mano y me llevaste al mar, asegurándome que las olas no me lastimarían. Estabas siempre ahí para protegerme, y ahora siento que me falta ese escudo que siempre me brindabas.
Nuestro pequeño Max también te extraña. Lo veo en sus ojos cada vez que se sienta junto a la puerta, esperando a que vuelvas. A veces se recuesta en tu lado de la cama, buscando tu calor, y mi corazón se rompe un poco más al verlo. Max era tu cómplice en todas nuestras travesuras. Recuerdo cómo solías jugar con él en el jardín, corriendo y riendo como niños. Esos momentos eran tan felices, tan llenos de vida. Ahora, Max y yo nos tenemos el uno al otro para reconfortarnos, pero ambos sabemos que falta una pieza crucial en nuestro pequeño mundo.
He intentado llenar el vacío que dejaste con mil cosas diferentes. Me he quedado absorta en el trabajo, he salido con amigos, he intentado nuevas aficiones. Pero nada parece suficiente. Siempre hay un momento en el día, un segundo fugaz, en el que algo me recuerda a ti. Puede ser una canción en la radio, una brisa fresca que huele a nuestro parque, o simplemente el sonido de la risa de alguien. Todo me devuelve a ti, y el dolor de tu ausencia se siente tan nuevo como el primer día.
A veces me pregunto si algún día podré superar esta pena, si algún día podré pensar en ti sin sentir que el mundo se desmorona bajo mis pies. Me dicen que el tiempo cura todas las heridas, pero me temo que esta herida es demasiado profunda. Es un abismo que no puedo cruzar, un pozo sin fondo que consume toda mi energía.
He conocido a personas nuevas, pero ninguna se compara contigo. Ninguna puede llenar el vacío que dejaste. Me siento atrapada en una prisión de recuerdos, atada a un amor que ya no puede ser. Me pregunto cómo hubiera sido nuestra vida si las cosas hubieran sido diferentes, si todavía estuvieras aquí, tomando mi mano y guiándome por este camino.
Cada vez que cierro los ojos, puedo verte. Estás ahí, con esa sonrisa tuya que siempre me hacía sentir segura. Me susurras que todo estará bien, que debo ser fuerte. Pero cuando abro los ojos, la realidad me golpea con su cruel dureza. No estás aquí, y no puedo seguir negándolo.
El otro día, fui a nuestro café favorito. Me senté en nuestra mesa, la del rincón, y pedí lo de siempre. Me sentí como una intrusa en un lugar que ya no me pertenecía sin ti. Las miradas de las personas, sus risas, todo me parecía ajeno. Me sentí como una sombra, un fantasma vagando por un lugar lleno de vida. Salí de ahí con lágrimas en los ojos, jurando no volver nunca más.
Nuestros amigos también te extrañan. A menudo hablamos de ti, recordando tus ocurrencias y esa manera única que tenías de hacernos reír. Ellos también están lidiando con tu ausencia, cada uno a su manera. Pero yo, yo siento que mi duelo es diferente, más profundo. Tal vez porque compartimos un amor que iba más allá de lo cotidiano, algo que solo nosotros dos entendíamos.
He soñado contigo muchas veces. En esos sueños, estás feliz, y me dices que todo está bien. Me despierto con una mezcla de consuelo y tristeza. Consolada porque, aunque sea en mis sueños, puedo verte y escucharte. Triste porque sé que cuando despierte, no estarás realmente aquí.
Hace unos días, encontré la carta que me escribiste en nuestro primer aniversario. La leí una y otra vez, cada palabra tuya resonando en mi corazón. Me dijiste que nunca habías conocido a alguien como yo, que nuestro amor era especial. Prometiste que siempre estarías a mi lado, pase lo que pase. Y aunque ya no estás físicamente aquí, siento que en algún lugar, de alguna manera, sigues cumpliendo esa promesa.
Me pregunto si estás en un lugar mejor ahora, si has encontrado la paz que aquí te fue negada. Quiero creer que sí, quiero imaginar que estás en un lugar lleno de luz y amor, sin dolor ni tristeza. Esa es la única manera en que puedo encontrar algo de consuelo en tu partida.
Mi amor por ti no ha disminuido ni un poco. Sigo amándote con la misma intensidad, con la misma pasión. Y aunque sé que ya no estás aquí para recibir ese amor, lo guardo en mi corazón, como un tesoro que nadie puede arrebatarme.
He pensado en dejar esta ciudad, en buscar un nuevo comienzo en otro lugar. Pero luego me doy cuenta de que aquí es donde están todos nuestros recuerdos, y no puedo simplemente abandonarlos. Este es el lugar donde te conocí, donde amamos y soñamos juntos. Tal vez algún día tenga la fuerza para partir, pero por ahora, me aferro a estos recuerdos, porque son lo único que me queda de ti.
A veces me siento culpable por no poder superarlo, por no poder seguir adelante como todos esperan que haga. Me siento atrapada en este ciclo de dolor y añoranza, incapaz de romper las cadenas que me atan a tu recuerdo. Pero luego me digo a mí misma que está bien, que es parte del proceso, que no hay un tiempo estipulado para el duelo.
He empezado a escribir un diario, un lugar donde puedo vaciar todos mis pensamientos y sentimientos. En él, te hablo como si estuvieras aquí, compartiendo mis días y mis noches. Es una manera de mantenerte cerca, de no dejar que tu recuerdo se desvanezca. Escribir me ayuda a liberar un poco de la carga que llevo dentro, aunque sea solo por unos momentos.
Las estaciones han cambiado desde que te fuiste. El verano se convirtió en otoño, y ahora el invierno está aquí. La nieve cubre todo con su manto blanco, y me recuerda a nuestro primer invierno juntos. Solíamos construir muñecos de nieve y tener batallas de bolas de nieve. Esos momentos eran tan simples y a la vez tan llenos de felicidad.
La vida continúa a su manera implacable, aunque yo sienta que la mía se detuvo el día que te fuiste. Pero sigo adelante, paso a paso, día a día, con la esperanza de que algún día el dolor se vuelva más llevadero. Sigo creyendo que, de alguna manera, nos volveremos a encontrar. En otro tiempo, en otro lugar, en otra vida. Y cuando eso suceda, sé que volveré a sentir esa felicidad que solo tú podías darme.
Hasta entonces, seguiré escribiéndote estas cartas, compartiendo mis pensamientos y mis sentimientos, manteniéndote vivo en mi corazón y en mis recuerdos. Porque aunque ya no estés aquí físicamente, tu esencia sigue conmigo, en cada rincón de mi ser.
Te amo, T/N, más de lo que las palabras pueden expresar. Y siempre te amaré, hasta el último aliento de mi vida.
Con todo mi amor,
- Yujin
[...]
ESTÁS LEYENDO
One Shots [GG's x Reader]
FanfictionCualquier cosa que se me ocurra. One Shots (Historia en español) KPOP: #33 IZONE #8 (G)I-IDLE: #13 aespa: #23 IVE: #6 Fromis_9: #2 LESSERAFIM: #6 ITZY: #46
![One Shots [GG's x Reader]](https://img.wattpad.com/cover/228559690-64-k951870.jpg)