One Shots [GG's x Reader]

More Love - Sana, Mina

Twice Sana & Mina x Male Reader

Solicitado por: Sora_SSJ

Fluffy

T/N

Sentí varios toques cálidos en mi rostro. Abrí mis ojos y observé a Sana tratando de despertarme. Su sonrisa iluminaba la mañana, y sus dedos seguían trazando suaves líneas en mi mejilla.

"Buenos días, dormilón," susurró Sana con su voz melodiosa.

Me estiré lentamente, disfrutando de la calidez de las sábanas.

"Buenos días, Sana. ¿Qué hora es?"

"Es temprano, pero Mina ya está en la cocina preparando el desayuno. Pensé que podríamos sorprenderla yendo juntos."

Me incorporé, frotando mis ojos para despejarme del todo. Sana se acercó para besarme en la frente, un gesto que siempre encontraba reconfortante.

"Buena idea. Vamos."

Nos levantamos juntos, y al salir de la habitación, pude escuchar el suave sonido de los utensilios en la cocina. Sana entrelazó su brazo con el mío mientras caminábamos por el pasillo, una acción tan natural como respirar. Al llegar a la cocina, encontramos a Mina concentrada en lo que estaba haciendo. Estaba de espaldas a nosotros, su cabello recogido en una coleta que se movía ligeramente cada vez que inclinaba la cabeza.

"Sorpresa," dijo Sana, sonriendo.

Mina giró su rostro hacia nosotros y sonrió.

"¡Oh! Buenos días, chicos. Ya casi termino. ¿Han dormido bien?"

"Perfectamente," respondí mientras me acercaba a Mina para darle un beso en la mejilla. Sana hizo lo mismo en el otro lado, y Mina soltó una risita.

"Sabes, esto de tener dos novias es un poco abrumador a veces," bromeé, aunque en el fondo sabía que era lo más maravilloso que me había pasado.

Sana y Mina intercambiaron una mirada cómplice antes de que Sana hablara.

"Nosotras también lo pensamos a veces, pero luego recordamos lo increíble que es tenerte, así que se compensa."

Mina asintió, sirviendo el desayuno en la mesa.

"Exactamente. Además, nunca nos aburrimos, ¿verdad?"

Tomamos asiento, y mientras compartíamos el desayuno, la conversación fluía de manera natural. A veces, me encontraba simplemente observándolas, maravillado de cómo nuestras vidas se habían entrelazado tan perfectamente. No fue fácil al principio. Recuerdo la primera vez que hablé con Sana sobre la posibilidad de estar en una relación con ambas. Fue una conversación difícil, llena de dudas e inseguridades. Pero Sana, siendo tan comprensiva como siempre, decidió darle una oportunidad. Y cuando Mina también estuvo de acuerdo, supe que éramos algo especial.

Después del desayuno, Mina se levantó para llevar los platos al fregadero.

"Hoy es un día libre para nosotras," comentó. "¿Qué les gustaría hacer?"

Sana y yo nos miramos, ambos sonriendo.

"Podríamos ir al parque," sugerí. "Hace buen tiempo y podríamos hacer un picnic."

"Me encanta la idea," respondió Sana. "Además, no hemos tenido un picnic juntos en mucho tiempo."

"Entonces es un plan," dijo Mina, volteándose hacia nosotros. "Voy a preparar unas cosas. Sana, ¿puedes ayudarme?"