One Shots [GG's x Reader]

Bye - Yuqi

(G)I-dle Yuqi x Male Reader

Solicitado por: El_Likitiya

Fluff

T/N

"¿Te irás?" pregunté a la persona que estaba frente a mí.

"Solo serán unos meses en lo que dura la gira," respondió mi novia, Song Yuqi. "Además, en otras ocasiones ya hemos estado separados antes, no pasará nada si te quedas solo."

"Lo sé, pero aún así me hace extrañarte mucho."

Me levanté y me acerqué a ella.

"Antes de que te vayas," tomé sus manos, "tengamos un día entero solo para nosotros. Hay que salir en una cita."

"¿Qué tienes en mente?" preguntó curiosa.

"Dejemos que el día nos sorprenda," le sonreí.

[...]

El sol comenzaba a elevarse sobre Seúl, iluminando la ciudad con una suave luz dorada. Decidimos comenzar nuestra cita en la cafetería donde tuvimos nuestra primera cita. Era un lugar acogedor y pequeño en un rincón tranquilo de la ciudad, conocido por su café artesanal y sus pasteles caseros.

Al llegar, la cafetería estaba tan encantadora como la recordábamos. La decoración seguía siendo la misma: paredes de ladrillo expuesto, mesas de madera pulida y sillas vintage que creaban una atmósfera acogedora. El aroma del café recién hecho llenaba el aire, y la luz natural entraba a través de las ventanas grandes, iluminando el lugar con una calidez especial.

Nos sentamos en la misma mesa donde habíamos conversado por primera vez. Miré a Yuqi, quien estaba sonriendo mientras observaba el menú. Su risa, tan contagiosa, me hacía sentir como si el tiempo se hubiera detenido.

"Recuerdo que en nuestra primera cita, estuviste muy nerviosa," Le dije con una sonrisa.

"Y tú también, casi no hablabas" respondió ella, riendo. "No sabía qué pedir, y acabé pidiendo un café con leche que ni siquiera me gustó"

"Sí, y tú pensabas que me estaba burlando de ti porque no sabías cómo preparar el café" Añadí, recordando el momento con cariño.

Pedimos nuestros cafés y pastelitos, disfrutando de la conversación mientras la luz del sol llenaba la cafetería. Cada detalle, desde el sabor del café hasta las pequeñas decoraciones en las paredes, evocaba recuerdos de aquel primer encuentro.

[...]

Después de un rato, decidimos ir a la academia de baile donde nos conocimos. La academia estaba situada en un moderno edificio de vidrio en el centro de Seúl. Aunque estaba cerrada para clases en ese momento, el director nos permitió entrar para ver cómo había cambiado el lugar desde que comenzamos a bailar allí.

Al entrar, los espejos en las paredes y el suelo de madera brillante nos recordaron los días en que practicábamos juntos. La sala de danza estaba llena de recuerdos: las coreografías que habíamos aprendido, las risas compartidas durante los ensayos y los momentos en que nos apoyábamos mutuamente para mejorar.

"Recuerdo cuando intentamos esa complicada coreografía y no logramos sincronizarnos" Dije mientras caminábamos por el lugar.