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Nunca en mi vida me imagine a Enzo embistiendome una y otra vez, las embestidas eran lentas pero profundas, eso era lo que me encantaba, no fue por mucho que los dos tuvimos nuestro orgasmo
───¿Qué te pareció? ──Me preguntó
───Tuve mejores la verdad.
Su cara de orto era impresionable.
───Te gusta mentir a vos.
───Un poco, ¿qué tiene de malo? ──Le pregunté acercándome más.
───Como me encantas Julieta. ──Ni lento ni perezoso que ya lo tenía comiéndome la boca otra vez.
Y si chicas, hubo segundo round.
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8:40 AM
La noche de ayer fue impresionante, de solo imaginarlo se me forma una sonrisa. Yo ya estaba despierta, en cambio Enzo seguía durmiendo.
Miento si digo que no me duele el cuerpo, así que entre al baño a hacer mis necesidades.
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