Capítulo 4- Detrás de la pareja feliz

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"Esas fueron las noticias. Muchas gracias y buenas noches", dijo Rebecca, volteando a ver a su compañera. Freen se acercó y selló sus labios con un beso. La actriz no desaprovechó la oportunidad para demostrar lo buena que era en su papel, profundizando el beso, lo cual tomó por sorpresa a Freen.

"Estamos fuera del aire", anunció alguien desde la producción.

Freen empujó de manera un poco brusca a su novia.

"Tu vaso con agua, Becky", dijo Pop, su asistente, acercándole un vaso el cual Rebecca negó con la cabeza.

"Me conmovieron mucho tus palabras sobre mi continuidad en la empresa", comentó, intentando no ponerse nerviosa.

"Soy muy buena actriz, ya lo sabes. ¿Estás muy sensible hoy, no?", sentenció Freen, poniéndose de pie y dejando a la otra joven con las palabras en la boca. Rebecca vio cómo esta se alejaba, despidiéndose de todos en el estudio. No entendía qué había pasado, ¿había hecho algo que molestó a su compañera?

Beer se acercó a ella y le dio el vaso que Pop había dejado sobre la mesa. La actriz negó con la cabeza.

"Enjuágate la boca", dijo Beer entre dientes, a lo que Rebecca obedeció.

"Vamos, te están esperando."

"¿Quién me espera? ¿A dónde?"

Luego de pasar por una horda de periodistas queriendo una declaración, Freen y Becky se encontraban de camino a casa. Rebecca notó a su acompañante muy callada, la miraba de vez en cuando por el espejo retrovisor.

"Estás muy callada, ¿en qué vas pensando?", preguntó.

"No es necesario que sigas actuando. Ya me di cuenta de todo. Fue muy buena tu jugada."

"Freen, n-no te entiendo."

"Todo esto que generaste, esta farsa de querer irte de la empresa. Todo fue simplemente para que el público supiera y dejar en evidencia que la competencia te quería solo a ti y no a la pareja."

Ingresaron a la gigantesca casa. Rebecca trató de responder, pero fue interrumpida por el celular de Freen que comenzó a sonar.

"Hola, sí, yo también. Mucho. Te espero. Bueno, amor, no te demores demasiado."

"¿Esperamos a alguien?"

"¿Qué?"

"Si va a venir alguien, para preparar la cena. Estoy famélica", sentenció la actriz. La periodista giró sobre sus pies y la miró incrédula. No entendía qué se traía entre manos la más joven.

"¿Tienes hambre? Puedes tomar un imán del refrigerador y pedir algo. O por qué no mejor te comes el imán", dijo Freen, interrumpida por unos ladridos. "Hola, qué perrito tan feo. Qué perrito tan horrible y caprichoso como su madre", dijo tomando al bulldog francés en brazos. "Ve con tu dueña."

Cuando Rebecca quiso tomar a BonBon, este continuó ladrando e intentó morder su mano. Poco le interesó a Freen lo que sucedía entre la joven y el can. Se marchó a su habitación para tomar una ducha. Rebecca decidió ignorar por el momento al animal y se puso a observar con detalle su nuevo hogar. Era amplio e iluminado, había varias fotos y cuadros de la periodista sobre algunos muebles y rincones. Estaba sumida en sus pensamientos cuando alguien la tomó por detrás, llevándola del brazo.

"Pero... ¿algo salió mal?", preguntaba Rebecca mientras era arrastrada hacia una camioneta aparcada en la puerta trasera. En un costado se podía leer "Flowers and Gifts", el hombre le colocó una gorra con el mismo logo y le ofreció unos lentes oscuros.

Más Allá del Éxito FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora