Capítulo 5- Las cartas sobre la mesa

57 7 2
                                    


La mañana siguiente comenzó como cualquier otra para Freen. Preparó todo y esperó la llegada de Rebecca.

"P-perdón, me retrasé cinco minutos."

"No te va a alcanzar la vida para que yo te perdone. Te espero en el auto", dijo la mayor, colocándose el abrigo sobre los hombros. Rebecca recibió una llamada de su nuevo jefe, quien quería asegurarse de que todo estuviera en orden y que nadie hubiera descubierto la verdad.

Al llegar a IDF, Freen se dirigió al estudio, ya que tenía su programa matutino. Rebecca fue llamada a la oficina de Saint una vez más. Chen arrojó el contrato sobre el escritorio y la dejó sola para que lo revisara.

"Se compromete el firmante de dicho contrato a suplantar a la señorita Rebecca Armstrong mientras ella no se encuentre presente o en condiciones de trabajar diariamente", leyó la actriz. "Tanto en el ámbito público, como el... PRIVADO. Sin posibilidad alguna de compartir la confidencialidad de la verdadera identidad del involucrado con nadie."

"Nadie", repitió Beer ingresando a la oficina. Tomó asiento frente a Rebecca y la miró fijamente, apoyando su mentón sobre sus manos. "Nadie puede saber que no eres Rebecca."

"¿Ni siquiera Natasit?"

"Sobre todo, Natasit."

"Hay un artículo que no encontré."

"La verdadera Rebecca no está en el exterior. Está en coma, en coma profundo. Y el lugar donde se encuentra está firmado a tu nombre. Además, en la habitación donde se encuentra hay algunas pertenencias tuyas. Así que, si llegaras a traicionarnos, saldremos a decir que intentaste matar a Rebecca para suplantarla y ocupar su lugar. Que eres una estafadora."

"Necesito fumar."

"Veo que ya conversaron", dijo el dueño de la empresa ingresando a la oficina. Le ofreció a Rebecca un cigarro y fuego. "Está bien, Beer. Dejemos que se relaje un poco", finalizó con una sonrisa.

"Apenas se recupere Armstrong, todo va a volver a la normalidad."

"¿Qué pasa si tarda en recuperarse?"

"Todos esperamos que sea cuestión de muy poco tiempo. Tenemos a los mejores profesionales trabajando día y noche para sacarla de esta situación lo antes posible. Estoy segura de que con el cariño de todos nosotros se va a recuperar pronto."

"Patr... Rebecca, esto es simple. Tienes dos prisiones. Una es la que yo te propongo, donde estás llena de lujos, dinero, fama. Y la otra es la cárcel, la prisión real."

"Pe-pero yo..."

"Si nos traicionas, te denunciamos. ¿A quién crees que creerían? ¿A ti, una actriz de poca monta que estaba a punto de perder todo? O a nosotros, que somos un canal informativo serio y de nivel."

Rebecca corrió a su camerino. A los golpes se dirigió al baño, sintiendo náuseas y ganas de gritar. No pudo contener las lágrimas. ¿Dónde se había metido? ¿Quién era toda esta gente y de qué eran capaces? Su cabeza daba vueltas y no la dejaba en paz.

"Hola, amor. Quiero que vengas al plató a ver las nuevas luces que instalé", leyó el mensaje en su teléfono.

Al salir se encontró con Freen; sus camerinos quedaban enfrentados. Esta última la observó detenidamente, entrecerrando los ojos. Desde las vacaciones en el exterior, Rebecca estaba muy cambiada, parecía otra persona. Y no es que a Freen le importase, pero era extraño y creía que su ex podría traerse alguna jugada rara entre manos. La observó detenidamente; parecía como si hubiese estado llorando.

"Mmm, ¿te encuentras bien?"

"Sí. Solo que he estado tomando una siesta y recién despierto. Me ha escrito Nat, quiere que veamos la nueva iluminación."

Más Allá del Éxito FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora