CAP 3

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Felix apenas logró mantenerse en pie al llegar a casa, su rostro aún reflejaba el shock inicial, mostrando una mezcla entre horror y sorpresa.

—No es real, no es real, no es real...—se repetía a sí mismo mientras se daba pequeños golpes en el rostro, pero eso no le ayudó en absoluto.

En toda su existencia, era la primera vez que veía algo así.

Había visto a su mejor amigo en pelotas, pero esto era de otro nivel.

Minutos después, Chan apareció. Entrando sin necesidad de tocar, se dirigió directamente hacia él.

—Es muy real, Felix... —murmuró con notable dificultad—Lamento que hayas tenido que ver eso, pero hay más en la vida de lo que parece. Y ahora...

—¿Vas a matarme?— Felix salió del shock, retrocediendo al instante.

—¿Qué? ¡No! —exclamó escandalizado— Mierda, Lee. Nunca vuelvas a decir algo así.

Felix soltó un audible suspiro antes de centrar su atención en él. Mantuvo la guardia en alto al ver que los ojos del mayor aún albergaban un poco del matiz blanco.

Chan se acercó un poco más obligándolo a tomar asiento junto a él.

El silencio entre ellos era ensordecedor, siendo interrumpido por un par de maldiciones por parte del mayor.

Chan se pasó una mano por el cabello antes de girarse hacia él.— Sé que quizás tengas muchas preguntas en este momento, pero...

—¿Qué era eso?— irrumpió, sin dejarlo continuar.

—Supongo que al menos mereces saber la verdad. Sobre mí... sobre mi mundo. —murmuró con calma, midiendo la reacción del castaño— No soy lo que crees que soy, Felix.

Felix soltó un quejido, antes de levantarse.

—Eso me pasa por creer que el trabajo de mis sueños existe.— negó, haciendo un pronunciado puchero— Era demasiado bueno para ser verdad. Y ahora tengo a un extraterrestre en mi sofá.— jadeó, fingiendo llorar.

Chan rodó los ojos antes de ponerse de pie y sujetar las muñecas de Felix, sin titubear lo empujó hacia atrás hasta que quedó acorralado contra la pared.

A pesar de la sorpresa, Felix sintió cómo la sangre subía a su rostro, dada la cercanía, solo se necesitaba un pequeño empujón para un buen beso.

Ante ese pensamiento, volvió a patearse mentalmente.

—Escucharás lo que tengo que decirte, de lo contrario regresaré y te dejaré en el estacionamiento,— murmuró cerca de su rostro, su aliento cálido acariciando su mejilla. —¿Quedó claro?

El castaño asintió apenas antes de regresar al sofá.

Después de calmarse, ambos soltaron un suspiro al unísono, interrumpido por la voz del menor.

—¿Eso era... humano?

Chan tomó un momento antes de asentir, bajando la mirada al suelo.

— Sí, Felix. Un humano nacido con el don del control de la fuerza.— su mirada vagó instintivamente hacia la suya— Pero no todos los dones son iguales. Algunos de nosotros tenemos habilidades que nos hacen... Más que humanos.

Felix alzó una ceja en cuestión, pero mantuvo silencio. Chan interpretó su actitud como una señal para seguir.

—Sé que es difícil de asimilar, pero necesitas entender algo...—se volvió completamente hacia él, clavando su mirada en la de Felix— Nunca te haría daño. A pesar de que el mundo no siempre es lo que parece, puedes confiar en mí, Felix.

layc ᝰ ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora