Monster /Vkook/

once

Jungkook despertó sobre saltado, pues al apenas abrir sus ojos sintió manos frías abrazarlo, sabía a la perfección quin era. Se volteó, encarando al mayor, quien tenía los ojos cerrados, parecía descansar. Su rostro yacía en paz, y hasta cierto punto se veía inocente con aquellos rasgos excéntricos pero bonitos; su piel morena, sus labios delgados. El hombre aún teniendo ese rostro y siendo de complexión delgada, tenía una fuerza inhumana, propia de un ser grotesco.

Jungkook intentó alejarse, con miedo. Sus padres habían salido a hacer unas compras y ahora se encontraba completamente solo y aunque sus papás ni siquiera sabían que un hombre extraño entraba la habitación de su hijo ni mucho menos estaban allí cuando las cosas sucedía, se sentía aterrador saber que ambos estaba solos, sin nadie que llegara a tiempo a salvarlo de lo que le hiciese el vampiro. Taehyung gruñó cuando el chico trató de alejarse y lo apresó con más fuerza entre sus brazos, le apetecía estar así, cómodo.

Taehyung sujetó al chiquillo de la cintura, lo miró, contemplando sus facciones, tocó con las yemas de los dedos sus mofletes, desplazó los dedos hasta su nariz y por último, deslizó sus dedos por sus delgados pero rosados labios. En ese lapso de tiempo, jungkook se quedó quieto, incómodo por la repentina atención, suspiró.

- ¿Que me vas a hacer ahora? - Dijo con un toque de resignación que el vampiro notó al instante.

El inmortal se acercó un poco más, maniobrando la cintura del chico, poniéndolo sobre sus piernas. Hundió sus rostro en el cuello ajeno, suspirando cuando el dulce aroma de su sangre llegó a sus fosas nasales. Lo atrajo hacía sí, empujándolo con su mano, Jungkook soltó varios quejidos pero no hizo nada que pudiera molestar al vampiro, solo mirándolo suplicante. Taehyung sonrió al ver aquellos ojos de borrego, mirándolo como si estuviera a punto de ser sacrificado para el goce de terceros. Esos pensamiento no estaba demasiado alejado de la realidad.

- Será sencillo- habló con tono calmado- Tú vas a ladear tu cabeza, me mostrarás tu cuello y yo voy a morder.

El chico abrió los ojos en demasía, de pronto alejándose, su espalda chocando con el respaldo de la cama, y negando con afán.

- Y-ya me has hecho mucho- Susurró, temiendo la reacción del hombre- No quiero.

Taehyung apresó su tobillo y lo jaló hasta él, viendo como Jungkook se aferraba a las sábanas. Soltó un chasquido.

- Aquí no decides-aseveró, aún calmado- Si yo quiero tu sangre, harás caso- Lo agarró de la cintura, poniéndolo de nuevo a horcajadas sobre sus piernas. El chico tembló, tratando de buscar en su mente ideas, algo que ofrecerle al vampiro y aunque no se le ocurrieron más que escenarios catastróficos y dolorosos, al fin llegó a una respuesta.

- No me hagas esto- Susurró, desviando la mirada, con sus mejilla tiñendose de un leve tono rosa por lo que diría- P-puedes darme un beso.

Escuchó la risa del vampiro pero siguió hablando- ¿Te gustan mis besos, no? Dame todos lo que tu quieras pero no me muerdas...- Giró su rostro, atravesando la pequeña diferencia de estatura entre sus miradas en esa posición- Por favor...

Taehyung negó, con una sonrisa divertida, lo acercó más contra sí y deslizó sus dedos por el cabello del pequeño, disfrutando la suavidad de cada mechón, oliendo el el aroma a vainilla que desprendía y sin aviso, tan pronto como jungkook pensó que lo estaba convenciendo, Taehyung lo agarró de la nuca, tirando su pelo levemente hacia atrás. El hombre escuchó los quejidos del muchacho, sintió una mano pequeña posarse sobre la suya, como tratando de impedir que siguiera jalando. Sonrió, de nuevo mostrando esa sonrisa que le ponía los pelos de punta al adolescente, quien cerró sus ojos, ignorando las ciento de imágenes donde desobedecía al vampiro y las cosas terminaban fatal, así que solo se abstuvo, conteniendo la respiración cuando sintió lamidas en su pequeña manzana de adán, cada lamida surcando un escalofrío por todo su cuerpo. Taehyung besó su cuello, dejó algunas leves mordidas si enterrar sus colmillos, succionó, haciendo que la zona se tornara roja. Cuando se arto ladeó la cabeza del muchacho y enterró sus colmillos sin demasiada brusquedad. Jungkook soltó un grito desgarrador, pataleó y trató de alejarse, lloró y se retorció.
El vampiro succionó, sin intenciones de de detenerse, el delicioso elixir de la muerte se esparció hasta los recónditos rincones de su boca, sus encías, su dientes, su paladar. Sin embargo un sonido hizo que Taehyung dejara de succionar, se mantuvo así, escuchando con atención su alrededor, oyó, percibió la puerta abrirse, dos personas hablando; eran los padres de Jungkook. El muchacho Pidió al cielo que sus padres abrieran la puerta y lo sacarán de esa situación y al parecer, por primera vez, dios escuchó sus suplicas.

El padre de familia subió las escaleras con prisas, con su mujer detrás, tocaron la puerta y al no escuchar ruidos y al verificar que la puerta tenía seguro se preocuparon aún más. Bajando del auto habían escuchado un grito dentro de la casa, ambos supieron de inmediato que era su hijo.

- ¿Jungkook? ¿Estás bien? Te escuchamos gritar y...

Jungkook tenía la mano del vampiro sobre su boca, su corazón latía a mil y en un vano intento por pedir ayuda, balbuceba, pidiendo que sus padres lo escucharan.

Tal vez, debido al instinto maternal, la señora Jeong sintió peligro. Fue a buscar la llave de emergencia que todas las habitaciones tenían y se paró frente a la puerta. No tenía un buen presentemiento.

Taehyung suspiró con desinterés, esperando a que abrieran la puerta. Tal vez era mejor así, si mataba a la familia de Jungkook ya nadie lo buscaría, podría encerrarlo sin problemas y sus planes serían muchos más sencillos de llevar a cabo, tal vez el chico quedaría traumado pero no le importó demasiado.
Se levantó, dejando al pobre muchacho asustado, petrificado y abrió la puerta.

Vió a dos vejestorios mirarlo con preocupación.

- ¡Boo!- Soltó con diversión.

- ¿Quien ere...

Todos estaban jodidos.

Muchas gracias por leer esta historia aunque esté repleta de fallos. Me esforzaré para mejorar, pero primero me tengo que centrar en otras cosas.

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