Con miedo y con amor, para Tails.

5. Mr. Cupido dr. Eggman

Sonic se había quedado inmóvil, incluso después que el zorro desapareció de su vista él no podía moverse, no lograba entender sus propias palabras y mucho menos la reacción de Tails.

Había escondido sus estúpidos sentimientos para no dañar su amistad y ahora había dañado algo más importante, había lastimado a Tails.

"Jamás podría enamorarme de ti"

Era la mentira más descarada que había dicho, Sonic jamás le había mentido a Tails antes, y nunca creyó que la primera que le diría sería la peor que se le pudo ocurrir, lo suficiente para hacerlo enojar.

Aunque en el rostro del zorro no vio enojo, sino sorpresa y decepción, y podía entenderlo, que tu mejor amigo te grite algo como eso, como si enamorarse de ti fuera el mayor pecado del mundo, debía ser muy decepcionante. Sonic realmente creía eso, que enamorarse de su mejor amigo había sido el peor pecado cometido y el más difícil de cargar, sentía que había faltado a su palabra como héroe y más importante, faltado a la confianza y amistad de Tails.

Ahora que lo había lastimado con sus palabras solo sentía que había confirmado que todos estos sentimientos eran un error, una carga de la cual debía deshacerse pronto sino quería perderlo.

Nuevamente se sentía como basura, solo quería terminar toda esta contradicción que sentía. Cuando estaba frustrado recordaba algunos momentos con Tails que más atesoraba, momentos donde jugaban y reían juntos, donde prometían ser mejores amigos para siempre mientras miraban las estrellas, cuando dormían juntos porque era una noche de tormenta, deseaba tanto volver a vivir eso con Tails pero al mismo tiempo quería más que solo eso, deseaba tener muestras de afecto más íntimas y cariñosas con él, compartir todo lo que le quedaba de vida a su lado, acompañándose y envejeciendo juntos. Pero era tan contradictorio querer más y al mismo mantener lo que tenían antes, no quería regresar al pasado pero tampoco quería intentar buscar un futuro.

Estaba estancado.

Finalmente se dejó caer en el suelo, abrazándose a si mismo intentando contener las lágrimas, eran muy contadas las veces que había llorado y siempre estaba Tails para animarlo, ahora estaba solo.

Y seguiría estando solo, había arruinado su amistad y su amor, quería arreglar su error pero no tenía ninguna idea de cómo hacerlo.

Después de un rato, su desesperación y pensamientos negativos se disiparon, se le había ocurrido una idea de que podía hacer.

"Si yo no puedo dejar de amarlo solo, ¡alguien más puede hacer que deje de amarlo!"

Se levantó rápidamente y corrió al único lugar donde creía que podía encontrar la ayuda que necesitaba, una ayuda a la que solo recurriría en casos de emergencia, como este.

— ¡Eggman, abre la puerta! ¡Necesito hablar contigo! —El erizo se encontraba golpeando lo más fuerte que podía, gritando repetidamente para llamar la atención de su archienemigo y que por fin lo dejara entrar.

Dentro de la guarida se encontraba el villano de mal humor, acostado en su sofá intentando concentrarse en su novela que se reproducía en la pantalla, sin embargo el escándalo del de púas azules no lo dejaba poner atención.

Finalmente le puso pausa a su programa y se dirigió al monitor de control donde podía vigilar las cámaras de la entrada, viendo todo el bullicio que hacia Sonic afuera.

—Cielos, se ve terrible. —Mencionó Orbot mirando la pantalla.

— Si, ni cuando pelea con usted se ve tan derrotado. —Continuó Cubot.

— Eso es por qué el doctor Eggman nunca gana.

— ¡Silencio par de latas! Aunque tienen razón en algo. —Dijo Eggman tocando su barbilla.