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── ¿Lo podrá proteger incluso si se ve obligado a abandonar su vida?

── Puede dudar de la razón de su existencia, de si realmente hay vida detrás de la muerte, pero no de las capacidades de mis hombres.

⠀⠀ Y Minlong pudo notar la avaricia y soberbia en el corazón de la persona frente a él al reírse de la respuesta de su maestro, como si esta estuviese igual de lejos que la Estrella Polar de la Tierra de poder alcanzar las expectativas que tenían en ellos.

⠀⠀ Sus ojos castaños estaban llenos de astucia y de superioridad, quizás debido al importante papel que tenía, o por toda la riqueza que poseía y demostraba con sus lujosas prendas.

── ¿Y qué harán si Wangyue recibe un sólo rasguño? ── cuestionó de nuevo el secretario, aumentando el tono de voz, tratando de estar una vez más por encima de los presentes.

── Kei, ya es suficiente ── interrumpió el joven vestido con un traje del color de la Luna y con accesorios del color del Sol ──. Lo lamento, su incesable insistencia causa siempre molestias innecesarias.

⠀⠀ Mas Minlong no pudo ver ninguna sinceridad en su sonrisa a pesar de que en su mirada sólo se reflejaba curiosidad e inocencia, por lo que imitó la expresión del otro y puso una mano sobre su propio pecho antes de agachar su cabeza y comenzar su actuación.

── Es entendible la preocupación, así que le aseguro que no nos volverán a ver en el resto de sus días si él recibe un daño, ya sea del mismo dolor que el de una caricia del viento, o sea del dolor de mil espadas en el pecho ── recitó con la misma delicadeza que debían de tener en el lugar en el que se encontraban, puesto que lo único sin un valor mayor era él ──. Empero le quiero decir que nunca ha sucedido dicha situación, por lo que no tiene por qué perder su valioso tiempo en dudar sobre algo que no va a suceder.

⠀⠀ Su respuesta no era más que un disfraz para ocultar sus verdaderas intenciones, las cuales no eran más que fingir ser un buen guardaespaldas para obtener la información que necesitase en el círculo en el que se encontraban los que se encontraban los solicitantes de su protección y, por la risa del chico con cabellos de oro ante su actuación, temió no poder cumplir su misión.

⠀⠀ En su voz ya no había arrogancia sino gracia, por lo que Minlong levantó su mirada para ver al joven heredero que se encontraba sentado en su sillón laminada de oro y asiento de terciopelo, el cual escuchaba con atención los susurros de su acompañante en su oído.

⠀⠀ Aquellos susurros eran escondidos por la melodía de la pequeña orquesta que estaba a unos metros de ellos, por lo que Minlong sólo pudo apreciar la calidez de los murmullos de la tierna flora a su alrededor, la cual si no fuera por la preciosa fuente y los muebles que formaban un espacio para tomar el té y conversar como estaban haciendo, nunca podría haber imaginado que sería un jardín sin ajeno.

── Presta atención ── Lucius le murmuró cuando Wangyue hizo unos señales con su mano derecha y varios hombres de uniforme se acercaron a ellos con varias carpetas que se encontraban tapadas totalmente, como si así pudieran esconder mejor lo que se encontraba escrito en ellas.

⠀⠀ El joven asesino dejó el trabajo de leer sus labios a su maestro y decidió observar los detalles que podía percatar desde su lugar, así como la cantidad de hojas, el tamaño de las palabras grabadas en el papel, los espacios vacíos, en los segundos que tardaban en pasar de página.

⠀⠀ E incluso en el movimiento de las manos que lo sujetaban.

⠀⠀ Y fue justo allí cuando pudo ver el color de las camelias en la muñeca de Wangyue.

── No tengo nada que temer ── fue lo único que pudo escuchar Minlong, y la firmeza en su expresión no evitó que lo relacionase con la voz del abandonado chico que dejó junto a su soledad en el oscuro callejón.

⠀⠀ No pudo, hace dos noches, ver con claridad el rostro del susodicho, pero todo su físico concordaba a la perfección.

⠀⠀ Con la diferencia de que parecía brillar por su propia cuenta y no con la única fuente de luz del desastroso lugar, con la diferencia de que no todo su ser parecía estar limpio.

⠀⠀ Y con la diferencia de que sí parecía ser un joven con hogar al que volver, con mucho amor que dar y recibir, y con la apariencia de no haberle dolido el corazón en ningún momento de su vida, por lo que Minlong se deshizo de la idea de ellos siendo la misma persona.

⠀⠀ Pero el contrario, al encontrarse con sus luceros, apartó rápidamente la mirada y escondió la herida muñeca debajo del mantel antes de hacer señas para que se alejaran de él.

── Mañana, justo antes de la alborada, le espero en la entrada de nuestra mansión del sur ── fue lo único que dijo tras unos instantes de silencio, dejando a Minlong con tantas dudas como estrellas en el cielo.

⠀⠀ Y con tantas maldiciones como personas en el mundo.

» jessica, ©herbonhomie

los besos que oculta la lunaWhere stories live. Discover now