De verdad que no creía en el puñetero destino, pero aún sin creer, te cruzaste en mi camino.
Creo que fueron tus gestos los que me enamoraron. Por no hablar de esos labios, esos labios tan bien marcados, finos y perfectos. Jodidamente perfectos.
Ayudó tu mirada, esa mirada esmeralda, esa mirada felina, peligrosa, misteriosa y preciosa. Esos ojos que enamoran a todo ser humano, esos ojos que hipnotizan y que dejan sin armas a cualquiera.
Fue tu sonrisa, esos perfectos labios curvados hacia arriba, el sentimiento que le pones a cada una.
Fueron tus manos, lo siento pero eso me mató, lo bien que encajaban, lo bonitas que se veía juntas tu mano y la mía.
Lo fácil que con un sólo movimiento, entrelazábamos nuestros dedos.Cuando nuestros ojos se cruzaban, eso sí que era magia, que le den por culo a Disney que nosotras sí que somos mágicas. Nuestra mirada sí que es mágica, nuestras manos unidas también.
Fue tu labia la que me hipnotizó, la forma en la que dices "me gustas", la forma en la que dices "te quiero", la forma en la que, con una sola mirada, expresas más que con mil palabras.
Y esto no es todo, hay mil detalles que enganchan, y yo que no creía en el amor, dejo aquí todo lo que de ti me enamoró.