Cuatro de corazones [COMPLETADO en INKITT]

[1] Todo está entrelazado

Thanus Vivaldi.

Ese es mi nombre, lo que es irónico eso de mezclar un nombre que simboliza la muerte y un apellido que disfruta de la vida.

Vivaldi no es un apellido cualquiera, no carece de una historia, y el nombre de sus integrantes no son como granos de arena en desierto. El apellido es una cresta que representa el árbol del mundo, símbolo de fuerza, independencia y prosperidad en todos sus términos más allá de la imaginación.

O al menos eso fue lo que coronó el primer emperador del imperio de Aska, país donde al parecer he nacido. El imperio, aunque rico en historia desde hace centenares de años con sus cosas buenas y malas, también está entrelazado con la historia de los Vivaldi, como si fueran hermanos de distinta madre pero que hicieron un pacto para siempre cuidarse las espaldas pese a llevar vidas separadas.

Según lo que leí, al principio la familia Vivaldi no era más que una pequeña familia donde la mayoría de integrantes eran hombres, donde la guerra era una norma y los eventos sociales una pérdida de tiempo pese a que la nobleza del apellido fuera poco escuchada. Mercenarios, guerreros, magos, asesores de guerra, escuderos... Con el tiempo, a medida que la familia crecía gracias a su fama, la riqueza de la familia también lo hizo e hicieron historia para que cada nombre y apellido fuera relevante con el paso de las décadas. En algún momento, nobles de alta cuna sentían curiosidad si personas que nacía para luchar y sobrevivir, también podrían volverse cultas, por los que unos pocos seleccionados fueron patrocinados en arte, cultura y eventos sociales.

Alcanzaron lo que otros no pudieron pese a nacer con una cuchara de oro: El pináculo social, donde el primer emperador proclamó el apellido como un símbolo relevante en la historia del país que reinaba. Sin embargo, como suele pasar en los libros de historias pasadas o cuentos infantiles, a veces los propios "hermanos" tenían envidia o sentían miedo de que el contrario pudiera hacerles daño para robarles todo lo que habían obtenido.

El antiguo patriarca de los Vivaldi se sintió amenazado por la alta sociedad, y el emperador, con tal de contener viejas tradiciones y amistades que jamás fueron ensuciadas de deslealtad o codicia, decretó a todo el mundo una ley importantísima: La familia Vivaldi tenía el permiso del propio emperador para poder elegir a ciertas personas cada año, con tal de que el imperio obtuviera siempre a las personas más brillantes en su territorio; en cualquier campo de estudio o acción.

Es decir, el emperador sólo esperaba que sus "futuros genios" fueran hijos de nobles.

El problema fue que el primer emperador no contó que, Leopold Valerius Vivaldi —que vendría siendo mi bisabuelo— utilizó el decreto de una manera astuta. Con la idea de que el pueblo bajo y medio apoyara a la familia, haciéndole una barrera de carne para dar su vida por una familia poderosa como decía la historia, creó una beca destinada a dos personas por año: "La Beca Vivaldi". Una oportunidad para que cualquiera, independientemente de su casta o género, tuviera la oportunidad de mejorar su potencial y ascender en los escalones que antes no tenían permitido pisar.

El emperador actual, amenazado por tal descaro y sabiendo que no podía prohibir la beca que Leopold V. Vivaldi había decretado, haciéndose cargo de absolutamente todo con su propio dinero, terminó quitando el antiguo decreto que una vez se aplicó; creyendo, de manera vana, que todo terminaría ahí.

Ese hombre estaba equivocado, porque aunque el bisabuelo hubiera muerto, el abuelo era astuto como un zorro y tan terrible e imponente como un oso gigante. No cedió, y no lo iba a hacer aunque el emperador intentara persuadirlo.

—¡Señorito Thanus! —me llama la criada, corriendo de un lado a otro por la habitación—. ¿Dónde se ha metido esta vez? —se pregunta mientras se pone más nerviosa— Ah... Dioses... ¿cómo un niño de tres años puedes esconderse tan bien?