Capítulo 2: Primeros Pasos en un Mundo de Magia

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I. La Aldea Oculta

Kael creció en la pequeña aldea oculta en las montañas, rodeado de paz y tranquilidad. Los aldeanos, aunque conscientes de su naturaleza especial, lo trataban como a cualquier otro niño. Elyon, su mentor y protector, se aseguraba de que Kael tuviera una infancia lo más normal posible, aunque siempre le enseñaba sobre el Aetherium y su historia.

Una mañana, mientras Elyon preparaba el desayuno, Kael entró en la cocina con ojos curiosos. "Abuelo, ¿qué vamos a aprender hoy?" preguntó con entusiasmo.

Elyon sonrió y le revolvió el cabello. "Hoy, Kael, vamos a aprender sobre los diferentes tipos de Aetherium. Es importante que entiendas sus propiedades y cómo usarlos sabiamente."

II. Descubrimiento de Habilidades

Kael se sentó junto a Elyon mientras este desplegaba varios cristales de Aetherium sobre la mesa. Había cristales de distintos colores: azul, rojo, verde y púrpura, cada uno pulsando con una energía única.

"El Aetherium azul se relaciona con el agua y la curación," explicó Elyon, colocando el cristal azul en la mano de Kael. "Intenta sentir su energía."

Kael cerró los ojos y se concentró, sintiendo una fresca corriente de energía fluir a través de él. Abrió los ojos con asombro. "¡Es como si pudiera controlar el agua!"

"Exactamente," asintió Elyon. "Con el tiempo y la práctica, podrás usar estas habilidades para ayudar a otros. Pero recuerda, Kael, el poder debe usarse con responsabilidad."

III. Nuevos Amigos

Durante sus exploraciones en la aldea, Kael hizo dos amigos cercanos: Aria, una joven elfa con un espíritu libre y una sonrisa contagiosa, y Thrain, un enano ingenioso con una habilidad sorprendente para construir juguetes mecánicos.

Un día, mientras jugaban en un claro cercano, Aria se acercó a Kael. "¿Has oído hablar de la escuela de magia en la Ciudadela Luminar?" preguntó, sus ojos brillando con emoción.

Kael negó con la cabeza. "No, ¿qué es?"

"Es un lugar donde enseñan a los niños como nosotros a usar el Aetherium," explicó Thrain, uniéndose a la conversación. "Dicen que los mejores magos del mundo enseñan allí. Mi padre me contó historias increíbles sobre ese lugar."

Kael sintió una mezcla de emoción y miedo. "¿Crees que podamos ir algún día?"

Aria sonrió y le dio una palmada en la espalda. "¡Claro que sí! Si alguien puede hacerlo, eres tú, Kael. Eres especial."

IV. La Decisión de Elyon

Esa noche, Kael no podía dejar de pensar en la escuela de magia. Se dirigió a Elyon, quien estaba sentado frente al fuego, leyendo un viejo libro.

"Abuelo, Aria y Thrain me hablaron de una escuela de magia en la Ciudadela Luminar. ¿Crees que podríamos ir algún día?" preguntó con esperanza.

Elyon levantó la vista del libro, sus ojos reflejando una mezcla de preocupación y orgullo. "Kael, sabía que este día llegaría. Eres un niño especial y tienes un gran destino por delante. La Ciudadela Luminar puede ser el lugar donde puedas aprender a controlar tus poderes y cumplir tu destino."

Kael sintió una oleada de emoción. "¿Entonces iremos?"

Elyon asintió lentamente. "Sí, Kael. Pero antes, debemos prepararnos. El camino hacia la Ciudadela es largo y peligroso. Debes estar listo para enfrentar cualquier desafío."

V. La Preparación

En los meses siguientes, Elyon intensificó el entrenamiento de Kael. Le enseñó a defenderse, a usar diferentes tipos de Aetherium, y a comprender la responsabilidad que conllevaba su poder. Kael, aunque todavía un niño, mostró una determinación y un talento que impresionaron a Elyon.

Un día, mientras practicaban en el bosque, Elyon decidió probar una nueva habilidad. "Kael, hoy aprenderás a usar el Aetherium para sanar. Es una habilidad crucial para proteger a quienes amas."

Kael, concentrado, tomó el cristal azul y cerró los ojos, intentando sentir su energía. De repente, un pequeño animal herido apareció cerca de ellos. Con suavidad, Kael colocó sus manos sobre la herida y sintió una cálida corriente de energía fluir a través de él. La herida comenzó a cerrarse lentamente.

"¡Lo hice, abuelo!" exclamó Kael, emocionado.

Elyon sonrió con orgullo. "Sí, Kael, lo hiciste. Estás listo para el próximo paso en tu viaje."

VI. La Partida

El día de la partida llegó. Kael, junto con Aria y Thrain, se despidieron de sus familiares y amigos en la aldea. Elyon lideraba el grupo, su semblante sereno pero alerta.

"Recuerden, este viaje no será fácil," advirtió Elyon. "Pero juntos, podremos enfrentar cualquier obstáculo. Nuestro destino es la Ciudadela Luminar, donde Kael aprenderá a controlar su poder y cumplir su destino."

Con determinación y esperanza, el grupo se adentró en el camino que los llevaría a la Ciudadela, sin saber las aventuras y desafíos que les esperaban. Pero una cosa era segura: el viaje sería un paso crucial en el destino de Kael y en el futuro de su mundo.

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