AETHERIUM

Capítulo 3: El Viaje Comienza

I. La Partida

El sol se levantaba tímidamente sobre las montañas cuando Kael, Aria, Thrain y Elyon se despidieron de la aldea. Los aldeanos se reunieron para despedirlos, sus miradas llenas de esperanza y preocupación.

"Recuerda, Kael," dijo Elyon con firmeza mientras ajustaba la mochila del niño, "este viaje será largo y lleno de desafíos, pero cada paso te acercará a tu destino."

Kael asintió con determinación, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. "Lo sé, abuelo. Estoy listo."

II. Los Primeros Pasos

El grupo avanzó por los senderos montañosos, adentrándose en terrenos desconocidos. Elyon lideraba con seguridad, mientras Aria y Thrain caminaban a cada lado de Kael, conversando y bromeando para aliviar la tensión.

"¿Has escuchado la leyenda de la Montaña de Cristal?" preguntó Thrain, sus ojos brillando con emoción.

Aria asintió. "Dicen que en la cima, el Aetherium fluye con tal pureza que puede conceder visiones del futuro."

Kael miró a Elyon, intrigado. "¿Es eso cierto, abuelo?"

Elyon sonrió misteriosamente. "La Montaña de Cristal es real, pero sus secretos sólo se revelan a aquellos con un corazón puro y una voluntad firme. Quizás algún día lo descubras por ti mismo."

III. Encuentro en el Bosque

Tras varios días de viaje, el grupo se adentró en un denso bosque. Las sombras danzaban entre los árboles y los sonidos de la naturaleza los rodeaban. De repente, un murmullo susurrante rompió la tranquilidad.

Elyon alzó una mano, deteniendo al grupo. "Hay algo aquí. Manténganse alerta."

Kael, Aria y Thrain se prepararon, sus ojos recorriendo el entorno. De entre los árboles, surgieron figuras encapuchadas. Eran los Vigías del Bosque, guardianes élficos de la región.

"¿Quiénes sois y qué buscáis en nuestro territorio?" preguntó uno de los elfos, su voz firme pero no hostil.

Elyon dio un paso al frente, con una postura tranquila. "Somos viajeros en busca de refugio y conocimiento. No pretendemos causar problemas."

Los elfos intercambiaron miradas y el líder asintió. "Pasad, pero con cautela. Estos bosques pueden ser traicioneros."

IV. La Aldea Élfica

Los Vigías del Bosque guiaron al grupo a una aldea élfica escondida entre los árboles. Las casas, construidas con madera y hojas, se mezclaban armoniosamente con la naturaleza. Aria, siendo elfa, se sentía en casa, mientras Thrain observaba todo con curiosidad.

"Es hermoso," murmuró Kael, maravillado por la belleza del lugar.

El líder de los elfos, Elandor, se acercó a Elyon. "Debéis descansar y recuperar fuerzas. Mañana, podréis continuar vuestro viaje."

Elyon asintió con gratitud. "Gracias por vuestra hospitalidad. Apreciamos el refugio."

V. Una Noche de Revelaciones

Esa noche, mientras descansaban junto al fuego, Elyon decidió hablar con Kael en privado. Lo llevó a un claro cercano, donde las estrellas brillaban intensamente.

"Kael, hay algo importante que debes entender," comenzó Elyon, su tono serio. "Tu verdadera identidad y tu poder deben mantenerse en secreto. No todos en este mundo tienen buenas intenciones, y muchos buscarían aprovecharse de ti."

Kael asintió, sintiendo el peso de las palabras de Elyon. "Lo entiendo, abuelo. Seré cuidadoso."

"Confío en ti," dijo Elyon, colocando una mano en el hombro de Kael. "Pero también debes confiar en ti mismo y en tus amigos. Aria y Thrain te ayudarán a mantener el secreto y protegerte."

VI. Amanecer de una Nueva Etapa

Al amanecer, el grupo se preparó para partir. Los elfos les ofrecieron provisiones y consejos sobre el camino a seguir. Elandor se despidió de Elyon con un gesto de respeto. "Buena suerte en vuestro viaje. Que el Aetherium os guíe."

El grupo dejó la aldea élfica con renovada determinación. Mientras avanzaban hacia su destino, Kael sentía que cada paso lo acercaba más a la verdad sobre su poder y su destino.

"Estamos más cerca," dijo Elyon, su mirada fija en el horizonte. "La Ciudadela Luminar nos espera."

Y así, con cada paso, Kael, Aria, Thrain y Elyon se adentraron más en el mundo de Aetherium, preparados para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.