Capítulo 16: Ecos del Pasado

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I. La Noche Silenciosa

El grupo se encontraba acampado en las Colinas de Esmeralda, el suave susurro del viento acariciaba las hojas de los árboles, y el cielo estrellado les ofrecía un descanso después de su ardua travesía. Aunque el ambiente parecía pacífico, Kael no lograba dormir. Algo dentro de él le inquietaba profundamente, como si un eco distante resonara en su mente, llamándolo.

"Kael..."

El sonido lo despertó de golpe. Abrió los ojos, respirando rápidamente. Miró a su alrededor: Elyon y los demás estaban profundamente dormidos, pero esa voz... ¿De dónde venía? Sentía que no era un sueño, sino algo más.

"¿Abuelo?" murmuró en voz baja, pero no recibió respuesta.

El susurro regresó, más intenso esta vez. "Ven..." Era una voz femenina, etérea, como si proviniera de otro tiempo, de otro lugar. Sin pensarlo dos veces, Kael se levantó y, tratando de no despertar a nadie, comenzó a caminar hacia el bosque cercano, guiado por esa extraña llamada.

II. El Bosque de Sombras

A medida que Kael avanzaba, las sombras de los árboles se volvían más largas, envolviéndolo en una penumbra que parecía sofocante. Sin embargo, algo dentro de él lo impulsaba a seguir adelante. El Aetherium en su interior latía con fuerza, como si respondiera a un antiguo llamado.

Cada paso que daba lo alejaba más del campamento. El aire se volvió frío, y una niebla espesa cubrió el suelo, creando una atmósfera casi irreal. Kael comenzó a dudar de si había sido buena idea adentrarse solo en ese lugar. Pero la voz seguía llamándolo, y su curiosidad, mezclada con una extraña sensación de pertenencia, lo empujaba a seguir adelante.

Finalmente, llegó a un claro rodeado de árboles viejos y retorcidos. En el centro del claro, una figura oscura, alta y envuelta en sombras, lo esperaba. A pesar de la oscuridad que la cubría, Kael podía sentir una poderosa energía emanando de ella.

"¿Quién eres?" preguntó Kael con voz firme, aunque su corazón latía con fuerza.

La figura no respondió de inmediato. En su lugar, levantó una mano, y una luz tenue comenzó a emanar de su cuerpo, revelando un rostro familiar. Era el mismo rostro que Kael había visto en los sueños, en los fragmentos vagos de su memoria. La figura dio un paso adelante, y Kael contuvo el aliento al ver su propio reflejo en los ojos de esa persona.

III. Revelaciones Dolorosas

"Kael..." dijo la figura, con una voz profunda pero suave. "El tiempo se está acabando. El destino que te espera es más oscuro de lo que crees."

"¿Qué estás diciendo?" Kael frunció el ceño, dando un paso atrás. "¿Quién eres?"

La figura no respondió de inmediato, sino que extendió una mano hacia él, y en un instante, los recuerdos comenzaron a inundar la mente de Kael como una tormenta. Vio visiones de un pasado que nunca había conocido, imágenes de una guerra antigua, de criaturas colosales, de ciudades sumergidas en el caos. Vio a dos personas, un hombre y una mujer, luchando desesperadamente en medio de las llamas, y en sus brazos... un bebé.

"¡No!" gritó Kael, retrocediendo. "¡Esto no puede ser real!"

"Es real," respondió la figura. "Y pronto lo descubrirás. Eres el último de tu linaje, Kael. Tus padres te ocultaron para protegerte... pero no puedes escapar de tu destino."

Kael sintió cómo el suelo bajo sus pies comenzaba a temblar. Su Aetherium brillaba intensamente, como si respondiera a la verdad que acababa de descubrir. "Mis padres... ¿dónde están? ¿Qué les ocurrió?"

La figura lo miró con tristeza. "Fueron traicionados. Por aquellos en quienes más confiaban. Y su sacrificio te salvó, pero también te condenó."

IV. El Enemigo Oculto

Antes de que Kael pudiera procesar toda la información, un rugido resonó desde lo profundo del bosque. La figura oscura desapareció, y Kael se quedó solo, con el eco de la advertencia aún resonando en sus oídos. De repente, la niebla que lo rodeaba se volvió densa, y las sombras comenzaron a moverse, como si estuvieran vivas.

Un monstruo gigantesco, con ojos rojos brillantes y garras afiladas, emergió de la oscuridad. Kael retrocedió instintivamente, pero sabía que no podía huir. Su Aetherium seguía vibrando, y una extraña calma se apoderó de él.

"Es ahora o nunca," murmuró para sí mismo, concentrándose. Recordó las palabras de Elyon, los entrenamientos y las lecciones que había aprendido en el camino. Esta era su prueba.

El monstruo se abalanzó sobre él con un rugido, pero Kael, en un movimiento rápido, levantó una mano y canalizó el Aetherium del tiempo. El mundo a su alrededor pareció detenerse. Las hojas que caían del cielo se congelaron en el aire, el rugido del monstruo quedó suspendido, y Kael, con una tranquilidad sorprendente, caminó hacia la criatura.

V. La Decisión

Kael levantó su espada, el Aetherium del tiempo brillando intensamente en su interior. Con un solo movimiento, atravesó al monstruo, que, al instante, comenzó a desintegrarse en polvo.

Cuando el tiempo volvió a fluir, el monstruo ya no existía. Kael respiró hondo, mirando sus manos con asombro. "¿Qué... acabo de hacer?"

Antes de que pudiera responderse, la figura oscura volvió a aparecer, esta vez más difusa, como un eco distante. "Has despertado tu verdadero poder, Kael. Pero con él, también vendrán grandes responsabilidades y peligros. El camino que eliges ahora determinará el destino de todo el mundo."

"¿Qué debo hacer?" preguntó Kael, todavía aturdido por lo que acababa de presenciar.

"Prepárate," respondió la figura. "La Ciudad Luminar te espera. Y allí descubrirás la verdad... toda la verdad."

Con esas palabras, la figura se desvaneció en la oscuridad, y Kael se encontró solo nuevamente en el claro, con más preguntas que respuestas.

VI. Regreso al Campamento

Cuando Kael regresó al campamento, el cielo comenzaba a iluminarse con los primeros rayos del sol. Elyon lo esperaba, sentado junto al fuego.

"¿Dónde has estado, Kael?" preguntó Elyon, con una mirada sabia y profunda.

Kael se sentó junto a él, sin saber por dónde empezar. "Vi algo... alguien... creo que fue un recuerdo de mis padres. Y luego, un monstruo... usé un poder que no sabía que tenía."

Elyon lo miró en silencio durante unos momentos antes de hablar. "Kael, hay muchas cosas que aún no sabes, tanto sobre ti como sobre el mundo que te rodea. Pero pronto, todo se revelará."

Kael asintió lentamente, todavía procesando todo lo que había experimentado. "¿Y si no estoy listo, abuelo?"

Elyon sonrió levemente y puso una mano en el hombro de Kael. "Lo estarás. Y no estarás solo en esto."

Mientras el sol finalmente emergía por completo, Kael sintió una mezcla de miedo y determinación. Sabía que algo grande se acercaba, algo que cambiaría el curso de su vida y del mundo entero. Pero por ahora, debía prepararse para lo que vendría, y con Elyon y sus amigos a su lado, sentía que podía enfrentar cualquier desafío.

El destino de Aetherium lo esperaba.

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⏰ Última actualización: Sep 20 ⏰

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