Cuatro de corazones [COMPLETADO en INKITT]

[23] Una villa bastante salvaje

La elección de la villa de Ganesha no responde únicamente a mis preferencias personales, sino que está fundamentada en su estratégica ubicación geográfica. Alrededor de la villa se extienden una serie de elementos que la convierten en un punto clave en el mapa: hacia el norte, se yerguen imponentes cadenas montañosas con cierto territorio boscoso que deriva en una playa, mientras que al sur se despliegan los restantes territorios, como si fuera la punta de un bastón. Hacia el este, se encuentran los dominios de las prominentes familias Lutterus (un marquesado), Armadeus (un condado) y Altemiron (otro condado), cada una con su propio estatus y relevancia en la región. Esta zona también está marcada por extensos bosques y puntos estratégicos para el comercio entre las diversas aldeas y pueblos limítrofes.

En el oeste, la geografía es igualmente interesante y diversa. Aquí se sitúan los Winter, una familia que ostenta un gran ducado y que ejerce una influencia significativa en la región. Junto a ellos se encuentran los Saffor, cuyas tierras están impregnadas de la magia y el misterio de los magos que las habitan. Por último, los Sunner, un vizcondado habitado por una clase adinerada y estudiosa, complementan el panorama del oeste. Además, en esta dirección se extiende un vasto territorio neutral, donde se rumorea que habitan criaturas, resguardadas en laberintos subterráneos que añaden un toque de intriga a la región.

Estaré situado, literalmente, en la frontera entre el imperio y una zona neutral. Desde un punto de vista legal, esto podría acarrearme algunos problemas, pero estoy dispuesto a asumir ese riesgo si con ello demuestro que no soy alguien débil ni carente de influencia. Además, Cadillean me ha asegurado que él no vivirá conmigo, ya que prefiere residir en el castillo del centro del país, con su clima más favorable y todas las comodidades que ofrece.

Quizás te preguntes: ¿Por qué querrías estar en una zona cruda, bañada por el invierno constante, con habitantes hostiles y una extraña ubicación legislativa, cuando tienes a toda tu familia en el sur con todas las comodidades que te ofrece la relevancia de tu apellido?

Es una pregunta válida y con múltiples respuestas. En primer lugar, siempre he sido un espíritu inquieto, buscando desafíos y aventuras más allá de lo establecido. El sur, con todas sus comodidades y el prestigio de mi apellido, me ofrece una vida cómoda pero predecible. En cambio, la zona cruda y salvaje del norte representa un desafío, un terreno por explorar y conquistar, tanto literal como metafóricamente.

Además, estar en una ubicación legislativa ambigua y rodeado de habitantes hostiles me brinda la oportunidad de marcar una diferencia real, de ejercer mi influencia de manera más directa y significativa. No solo seré un miembro más de la sociedad, sino alguien que puede contribuir al cambio y al progreso en un entorno que lo necesita desesperadamente.

Por último, esta decisión también tiene que ver con mi necesidad de independencia y autodescubrimiento. Alejarme de la comodidad y la seguridad del sur me permitirá enfrentarme a mí mismo, descubrir mis verdaderas fortalezas y debilidades, y forjarme como líder y persona en un entorno desafiante y poco convencional.

Claro, será un desafío considerable, e incluso podría resultar difícil sobrevivir si no tengo cuidado. Sin embargo, confío en mi conocimiento para anticiparme a muchas situaciones. Además, mientras más lejos esté del emperador, más libertad tendré para moverme a mis anchas. Si su hijo, mi actual esposo, no me visita con frecuencia, solo tendré que preocuparme por los ojos que ha colocado entre los sirvientes.

Cadillean me hace preguntas de rápida respuesta mientras una sirvienta lo viste delante de mí. Durante todo el proceso de su baño, me ha estado hablando al otro lado de la puerta abierta, comentando con algo de soberbia sobre lo "modesta" que es mi bañera. Ahora, lo veo vestirse como un auténtico príncipe, con colores llamativos y joyería que busca llamar la atención.