Capítulo 5: El Último Adiós

107 24 5
                                    

Narra Irene:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Irene:

Luego de aquella importante reunión, Seulgi, ____ y yo volvimos a nuestro distrito. Al llegar, ____ salió al patio y continuó entrenando. En sus ojos había una determinación feroz, aunque también una sombra de confusión por todo lo que le tocaría vivir. Por mi parte, sentía el corazón apretado y triste. Lo único que le pedía a los espíritus y dioses era que cuidaran a mi hija en todo el camino y que no me la arrebataran.

—¿Cómo puedes estar tan tranquila?— pregunté acercándome a Seulgi, quien observaba a ____ entrenar intensamente.

—No estoy tranquila, amor. Estoy muriendo internamente— respondió, mirándome con ojos llenos de preocupación— pero sé que ____ es muy fuerte y capaz. Solo mírala— giré el rostro y vi a mi hija entrenando con su espada y el fuego al mismo tiempo.

—Ella es asombrosa— admití, y mi esposa asintió.

—Pero por otro lado— continuó Seulgi— tengo miedo de que el poderoso me la quite— vi cómo los ojos de mi esposa se llenaban de lágrimas, lo que hizo que los míos también se humedecieran— no soportaría que le pasara algo, amor. No podría— Seulgi tapó su boca para ocultar un sollozo. Me acerqué a ella y la abracé.

Nos quedamos así, abrazadas, mientras veíamos a ____ entrenar. Había crecido tan rápido. Aún recuerdo cuando sacó sus primeras llamas de sus manitas o cuando dio sus primeros pasos. ____ era una chica reservada y tranquila, pero también juguetona y amable. Mi sueño era verla triunfar liderando a Pyrosia y quizás con una familia... pero ahora ya no sé si eso se podrá cumplir.

—¿Está todo bien?— salí de mis pensamientos cuando ____ se acercó a nosotras, cansada después de haber entrenado tan duro.

—Sí, amor, todo bien— acaricié su mejilla y ella sonrió al sentir mi tacto.

—Sé que están asustadas... yo también lo estoy— comenzó a hablar mi hija. Seulgi soltó un suspiro— pero todo estará bien. Quiero cuidar a Pyrosia y a los distritos. Quiero cuidarlas a ustedes, y por eso haré todo lo que esté en mis manos para derrotar al enemigo y traer la paz— sonreí con orgullo por la mujer en la que se estaba convirtiendo mi hija.

—Sé que harás todo lo posible, ____. Eres igual de protectora que tu madre— dijo Seulgi, y yo sonreí por la comparación.

—Aún así, no quiero prometerles que volveré... porque no sé qué sucederá— bajó la cabeza mientras su voz se quebraba— pero haré todo lo posible para volver con ustedes sana y salva— levanté su mentón y le sonreí mientras las lágrimas corrían por mis mejillas y también por las de ella.

—Estoy muy orgullosa de ti, amor— Seulgi habló con voz rota.

—Todo se lo debo a ustedes— las tres nos fundimos en un abrazo cálido y lleno de amor.

—Bueno— me limpié las lágrimas— es hora de que vayas a descansar, hija. Mañana será un día difícil, así que es mejor que estés con todas tus energías— le quité del rostro algunas lágrimas a mi hija.

CRY FOR ME [Twice x tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora